La reciente convención interna del PRM no solo fue un espectáculo de movilización política, sino también un claro indicativo de la fuerza y cohesión dentro del partido. Con un más de un millón de militantes participando en la elección de candidatos a la presidencia, alcaldes, directores y regidores, el Partido Revolucionario Moderno (PRM) demostró su capacidad de movilización a pesar de no realizar convenciones en algunas provincias clave.
Un gran impacto de estas primarias internas fue la ausencia significativa de conflictos a lo interno.
Por lo que esta ausencia de conflictos internos en el PRM y sus logros tangibles presentan un frente unificado, lo que podría hacer que la oposición enfrente una batalla cuesta arriba.
Luis Abinader, respaldado por un PRM sólido y unificado, emerge como un contendiente formidable. La maquinaria política bien aceitada del partido y la participación masiva de militantes indican un respaldo significativo. La falta de convenciones en algunas provincias puede plantear desafíos, pero también revela la confianza en ciertos candidatos o una estrategia calculada. A medida que nos acercamos a las elecciones, la cohesión del PRM se convierte en un factor crucial. La oposición se enfrenta a la tarea monumental de superar un partido que ha demostrado no solo números impresionantes, sino también una estabilidad interna que podría traducirse en éxito elector
