InicioEstilo de vidaDecidir sin enfermarse: elecciones que más estrés generan y cómo bajarle dos

Decidir sin enfermarse: elecciones que más estrés generan y cómo bajarle dos

Fuente: ADN NEWS

EsquinaRD.- Decidir es parte de vivir, pero no todas las decisiones pesan igual. Algunas aprietan el pecho, quitan el sueño y disparan el estrés porque pueden cambiarte la vida completa, el trabajo, el dinero o la estabilidad emocional.

Un estudio publicado en Psychological Science, con más de 4,000 personas y decisiones reales, puso números a algo que todos sentimos: hay elecciones que la mente interpreta como riesgo puro, aunque no siempre lo sean.

Las decisiones de más presión 

El ranking lo lideran las decisiones laborales y financieras. Aceptar o dejar un trabajo, invertir dinero, emprender o comprar casa generan más estrés que casarse o incluso pasar por una cirugía. El miedo principal es perder estabilidad, no el cambio en sí.

También aparecen decisiones cotidianas con carga mental fuerte, como conducir en condiciones difíciles o mudarse a otro país. No es el hecho, es la sensación de “si me equivoco, pago caro”.

La edad cambia el miedo

El estudio reveló que la edad modifica la percepción del riesgo. Los jóvenes sienten más presión al renunciar; los adultos mayores se estresan más al cambiar. No es debilidad, es experiencia acumulada hablando.

Según el psicólogo Renato Frey, el cerebro asocia riesgo con todo lo que puede mover el piso económico o profesional. Por eso, esas decisiones se viven como amenazas, aunque también traigan crecimiento.

Cómo bajar el estrés cuando toca decidir

Primero: respira y baja la urgencia. No toda decisión necesita resolverse hoy. Separar el problema en pasos pequeños reduce el ruido mental y evita que el estrés tome el volante.

Segundo: infórmate, pero sin saturarte. Demasiados datos confunden. Busca lo necesario, consulta a alguien de confianza y recuerda algo clave: ninguna decisión define tu valor como persona.

Decidir cansa, sí. Pero vivir paralizado por miedo desgasta más. Aprender a elegir con calma es una forma de cuidarte, y también de crecer sin romperte en el intento.