Para la mayorías de jóvenes chinos los patinetes se han convertido en una de las opciones favoritas y la que usan para la micromovilidad en las ciudades. Sin embargo, como suele pasar con la novedad, la falta de control y reglas puede hacer que siembre el caos, como ha ocurrido en la ciudad china de Guangzhou, conocida también como Cantón.
En los últimos años ha habido un importante auge en el uso de patinetes eléctricos en la ciudad, un medio de transporte muy útil para las urbes ya que son pequeños, transportables y efectivos para trayectos no muy largos. No obstante, por ley deberían ir por la carretera, pero su pequeño tamaño los hace vulnerables frente a otros vehículos por lo que es más que común verlos circular por la acera.
Aquí el problema está en que al año hay cientos de accidentes de patinetes eléctricos, algunos provocados por otros vehículos y muchos otros con peatones. Esto es un problema al que los ayuntamientos de todo el mundo se han tenido que enfrentar, y en el caso de las autoridades de Cantón decidieron extender una serie de limitaciones en la ciudad.
Entre las más destacadas están las de bajar el límite de velocidad de estos patinetes para que tengan que ir más despacio o la de parar y bajarse en cada paso de cebra, aunque no haya nadie más. Esta situación no le ha gustado nada a los jóvenes de la ciudad, quienes han decidido cambiar su patinete por otro vehículo menos convencional.
Según señalan desde Straits Times, ha habido un auge en la compra de sillas de ruedas motorizadas como alternativa, ya que estas no tienen ningún tipo de restricción. Obviamente hay notables diferencias entre ambas opciones, pero este cambio ha sido adoptado por tantos que las ventas de sillas de ruedas eléctricas han aumentado un 60% en 2023 en la ciudad de Guangzhou.
