Mantener una rutina de higiene adecuada durante la menstruación no es solo cuestión de comodidad: también es clave para la salud.
A partir de la pubertad, el cuerpo comienza a cambiar. Una de esas transformaciones es la menstruación, pero no es la única: también se empieza a transpirar más y con un olor más fuerte. Por eso, cuidar la higiene personal —especialmente en la zona genital y las axilas— se vuelve fundamental para sentirse fresca, cómoda y segura.
¿Por qué es importante?
Durante la menstruación, el equilibrio del pH vaginal puede alterarse, lo que hace que las mujeres sean más propensas a infecciones. Por eso, lavar la zona genital dos veces al día con agua tibia (y sin jabones fuertes o perfumados) no solo ayuda a reducir olores, sino que también previene posibles infecciones. Importante: la limpieza debe ser externa. Las duchas vaginales están desaconsejadas, incluso durante el período, porque alteran la flora natural y pueden causar irritación o infecciones.
Consejos clave para el cuidado
- Usá ropa interior limpia todos los días y cambiala si hiciste deporte o transpiraste mucho.
- Cambiá tu protección menstrual (toallas o tampones) al menos 4 o 5 veces al día, y con más frecuencia en los primeros días del período.
- Elegí ropa interior de algodón y evitá las prendas ajustadas o de materiales sintéticos, que retienen humedad y calor.
- Evitá productos perfumados, como aerosoles o desodorantes vaginales, que pueden generar irritación.
- Después de ir al baño, limpiate de adelante hacia atrás para evitar que bacterias del recto lleguen a la vagina.
- Usá protección si tenés relaciones sexuales durante el período, ya que aumenta el riesgo de transmitir o contraer enfermedades.
Un dato importante
Es normal que la vagina tenga un olor leve y natural. Si seguís todas las recomendaciones y aun así notás un olor fuerte o molesto, lo mejor es consultar con un médico, ya que podría tratarse de una infección.