«No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado su tiempo» -Victor Hugo
Encuestas tan acreditadas como Gallup Dominicana y otras que han mantenido similares niveles de preferencia favorables a la continuidad del presidente Luis Abinader al frente de los destinos nacionales, se producen en el momento institucional en que la sociedad dominicana está en capacidad de aplicar el llamado modelo norteamericano de dos gestiones consecutivas, y no más.
En efecto, ese modelo permite a un presidente ser elegido para un segundo mandato en el que pueda dejar una significativa impronta gubernamental, y al pueblo la oportunidad de no extenderle el mandato si no lo hizo bien en una primera gestión.
Encuestas como la Gallup-RCC-Media, el Centro Económico del Cibao, ACD-Media, CID-Gallup, ABC Marketing y otras que se han pasado el año auscultando la preferencia electoral de los dominicanos de cara a sus próximos desafíos electorales, han venido promediando que Abinader gana el certamen en la primera vuelta del 19 de mayo de 2023.
Esas firmas encuestadoras le otorgan al presidente una intención de voto que va desde 52 a 58%, lo que ha llevado a politólogos a afirmar que Abinader podría ganar las elecciones con un porcentaje cercano al 60% con que el presidente Danilo Medina se reeligió en 2016.
Ese estimado parte de que Abinader se ha mantenido rondando una aprobación ciudadana a su gestión que fluctúa entre un 65 y un 70 %, por lo que su intención de voto que promedia 55%. tiene un techo de hasta 70 % para crecer.
En cambio, el competidor que le sigue a una distancia de más de 25 puntos porcentuales mantiene un rechazo ciudadano, quienes dicen que nunca votaría por él, de hasta más del 30 %.
Ese panorama con que cierra 2023, preludia también lo que serán las próximas elecciones municipales, en las que según las encuestas los candidatos del PRM más que duplican a los del Partido de la Liberación Dominicana y la Fuerza del Pueblo juntos.
Además de que sabe el pueblo que el presidente Abinader es un trabajador infatigable en buscar soluciones a problemas estructurales que le dejaron pasados gobiernos o que llegaron desde el exterior, lo saben también honesto como el que más.
A parte de dar las respuestas que se pueden, incluyendo un gobierno sin corrupción ni dispendio, de subsidiar los altos precios de la inflación internacional, y las carencias sociales más agudas, Abinader ha sembrado todo el territorio nacional de obras de infraestructura vial, de acueductos, centros hospitalarios, y extraordinarias obras de saneamiento en barriadas populares levantadas en zonas vulnerables.
Que trabaja Abinader para convertir a Pedernales en un polo de desarrollo de todo el Suroeste, y a Manzanillo en una base para el desarrollo de la Línea Noroeste, donde se levanta un enclave energético que ayudará a eliminar el histórico déficit eléctrico.
Mantiene una calidad y equilibro de la inversión pública que garantizan los niveles de estabilidad macroeconómica y gobernabilidad política y social que exhibe RD como estándares envidiables en la región.
Abinader ha fortalecido la institucionalidad democrática con un Consejo Nacional de la Magistratura, Tribunal Constitucional, Junta Central Electoral, Tribunal Superior Electoral, y Tribunal Superior Administrativo, Procuraduría General de la República y Suprema Corte de Justicia actuando con entera libertad e independencia.
Además de un esquema de libertad de prensa que acaba de ser declarado por el Índice de Chapultepec, de la Sociedad Interamericana de Prensa, como país líder de libertad de prensa en todas las américas.
Con esos avances institucionales y estabilidad social y económica, el segundo mandato de Abinader deja atrás los tiempos en que la reelección y el continuismo eran una maldición para el pueblo dominicano.
