Dejó tres hijos en la orfandad. Su esposo también murió en la tragedia. Su historia es la de una mujer que luchó hasta el último día.
El 8 de abril fue una noche que marcó a todo un país
Entre los escombros del Jet Set, quedó atrapada Alba María Montero, capitana del Ejército de República Dominicana.
Esa noche también murió su esposo, Randy Rodríguez. Ella sobrevivió. Luchó durante 46 días en cuidados intensivos. Pero este sábado, su cuerpo no aguantó más. Tenía 34 años. Dejaron tres hijos en la orfandad.
Una vida de servicio y liderazgo
Alba no era solo militar
Fue la primera mujer en dirigir el Centro de Corrección y Rehabilitación de Salcedo.
Quienes trabajaron con ella la describen como una líder con humanidad, cercana al personal y respetuosa con los internos.“Era madre, esposa y una mujer ejemplar”, contó Mary Collado, familiar cercana.
El adiós de una familia rota
Su padre, Emiliano Montero, aún no asimila la pérdida.
“Ella me tomaba la mano y me decía ‘papi’. Nunca perdió la conciencia”, relató entre lágrimas. Su madre, Carmen Maritza, expresó con dolor: “Me dejó esta tristeza tan grande… y me dejó tres muñecas”.
Una historia que no puede ser solo un número más
Con Alba, ya son 234 las víctimas mortales de la tragedia del Jet Set.
Un evento que ocurrió durante un concierto del merenguero Rubby Pérez —quien también falleció—
y que aún genera preguntas sin respuestas sobre seguridad y responsabilidad. Sus restos serán velados en la funeraria municipal de Villa Tapia y sepultados este lunes.
En EsquinaRD creemos que algunas historias no pueden pasar desapercibidas.
Alba María Montero merece memoria, respeto y justicia.
Porque no fue solo víctima. Fue madre, soldado y una mujer que luchó hasta el final.
