InicioNacionalesMéxico se prepara para recibir a miles de deportados desde EE.UU.

México se prepara para recibir a miles de deportados desde EE.UU.

En el antiguo recinto ferial de Ciudad Juárez, bajo la sombra de un crucifijo monumental y el altar utilizado para una misa papal en 2016, trabajadores construyen una pequeña ciudad de tiendas de campaña. Estas estructuras están destinadas a albergar temporalmente a los deportados que se espera lleguen masivamente de Estados Unidos en las próximas semanas, bajo las políticas anunciadas por el expresidente Donald Trump.

Juárez es una de las ocho ciudades fronterizas que México está adaptando a lo largo de los 3.000 kilómetros de frontera, anticipándose a una potencial ola de expulsiones masivas.

Preparativos para una ola migratoria

Estas instalaciones no solo proporcionarán alojamiento. En cooperación con el programa «México te abraza», el gobierno tiene previsto ofrecer techo, comida, atención médica y apoyo para obtener documentos de identidad mexicanos. «México hará todo lo necesario para apoyar a nuestros compatriotas repatriados», afirmó la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez.

La presidenta Claudia Sheinbaum también ha enfatizado que las necesidades humanitarias de los retornados serán una prioridad, incluyendo acceso inmediato a programas sociales, pensiones y empleo, para que se reincorporen a la vida en México lo más rápido posible.

La tensión en la frontera

A pesar de los esfuerzos, la declaración de emergencia en la frontera por parte de Trump crea un enorme desafío. Actualmente, se estima que 5 millones de mexicanos indocumentados residen en EE.UU., y un retorno masivo podría saturar ciudades como Juárez y Tijuana.

En Tijuana, José María García Lara, director de un albergue para migrantes, señaló que «ya estamos trabajando al límite de nuestra capacidad». Aunque se plantean soluciones, como habilitar cocinas o bibliotecas como áreas de emergencia, admite que las instalaciones no serían suficientes si el volumen de deportados aumenta considerablemente.

Además, el impacto podría agravarse con la reimplementación de la política “Permanecer en México”. Este programa obliga a los solicitantes de asilo que esperan audiencias en tribunales estadounidenses a permanecer en territorio mexicano. En el pasado, esta política tensionó gravemente los recursos de las ciudades fronterizas y expuso a los migrantes a condiciones peligrosas.

Respuesta mexicana ante los nuevos desafíos

En esta ocasión, Sheinbaum ha trazado una postura más firme rechazando aceptar solicitantes de asilo no mexicanos enviados desde EE.UU. Su posición subraya la dificultad de implementar “Permanecer en México” sin el consentimiento total de las autoridades mexicanas.

Mientras tanto, las autoridades en México trabajan contrarreloj. En Tijuana, un centro de eventos ahora alberga 1.800 camas para los deportados, con apoyo militar para instalar cocinas y duchas, además de proporcionar suministros básicos.

Primeros deportados de la transición

Mientras Trump firmaba las órdenes ejecutivas que endurecen las políticas migratorias, los primeros deportados ya cruzaban la frontera entre San Diego y Tijuana. Aunque en este caso específico se trató de una deportación rutinaria, simboliza el inicio de un período incierto y potencialmente desafiante para ambas naciones.

México deberá desplegar esfuerzos significativos no solo para recibir a sus compatriotas, sino también para ayudarlos a integrarse nuevamente en su tierra natal, un lugar que muchos no han pisado desde su infancia.