Y les está pidiendo 100 millones de pesos en total
La ministra de Interior y Policía, Faride Raful, dijo: “hasta aquí”. Y no lo dijo en X, ni en una rueda de prensa, ni en un podcast: lo dijo con una querella legal en la mano.
Faride está demandando a dos personajes bien conocidos por su lengua suelta: el influencer Ángel Martínez y la comunicadora Ingrid Jorge, mejor conocida como la hija de La Tora. ¿Por qué? Por supuesta difamación e injuria, luego de que ambos hicieran comentarios públicos que, según la ministra, atentaron contra su honor y la paz de su familia.
En total, la demanda incluye una solicitud de 100 millones de pesos en indemnización: 50 millones para cada uno.
Según los documentos, ambos han hecho afirmaciones que vinculan a Faride con narcotráfico, temas sexuales y otros cuentos sin pruebas. Ella dice que eso la afecta a nivel personal y profesional, y que ya está bueno de aguantar callada
¿Y qué tiene que ver la tecnología con esto?
Las querellas se presentaron ante la Procuraduría Especializada en Crímenes y Delitos de Alta Tecnología. Porque, claro, mucho de lo que se dijo fue en redes sociales, transmisiones en vivo y hasta en YouTube. Las acusaciones van con base en la Ley 53-07 sobre Delitos Tecnológicos y el buenísimo artículo 367 del Código Penal (sí, existe).
Faride también se reservó el derecho de agregar más pruebas y cargos mientras el caso avanza. Así que esto puede ponerse más picante.
Ángel Martínez tiene otro lío (por si te perdiste la novela)
Además de esta demanda de Faride, Ángel Martínez fue citado por la Fiscalía de Santiago por otra querella: esta vez de parte de un empresario llamado Arnulfo Gutiérrez, que lo acusa también de difamación. Ahí le piden 5 millones de pesos, por un video en su canal de YouTube donde lo tachó de mafioso y más.
Y por si fuera poco, el mismo Ángel pidió perdón recientemente a Milagros De Camps, exviceministra de Medio Ambiente, por decir cosas falsas de ella. En un video, admitió que «metió la pata».
(Listín Diario)