Santo Domingo. – A menos de una semana de Nochebuena y Navidad, las calles del Gran Santo Domingo se han convertido en una prueba diaria de paciencia. El tránsito se ha apretado tanto que muchos motoristas han optado por rutas prohibidas, elevando el riesgo en túneles y elevados.
Las compras de última hora, las diligencias acumuladas y los reencuentros laborales han empujado a miles a salir al mismo tiempo. El resultado ha sido una caravana desordenada donde carros, guaguas y motores compiten por avanzar apenas unos metros.
Trayectos que antes tomaban 20 minutos hoy se han estirado por más de una hora, quemando combustible, tiempo y buen humor, justo cuando la gente quiere llegar rápido y volver a casa sin estrés.

Calor, humo y paciencia al límite
La situación se ha agravado para los conductores sin aire acondicionado, obligados a respirar humo en tramos cerrados como el túnel de la 27 de Febrero. El cansancio se ha mezclado con el calor y la desesperación se ha instalado dentro de los vehículos.
Avenidas como la 27 de Febrero, Winston Churchill, John F. Kennedy, Luperón y Duarte han figurado entre las más congestionadas. Son zonas comerciales claves donde la gente ha salido a comprar ropa, comida y regalos para las festividades.
Mercados y entornos de alto flujo como Villa Consuelo, Cristo Rey y la avenida Duarte se han mantenido colapsados, con calles llenas y circulación lenta desde temprano hasta entrada la noche en estos últimos días.
Tránsito vigilado, pero poco sentido
La presencia de agentes de la Digesett ha lucido limitada frente al volumen vehicular. Las medidas especiales se han concentrado en prohibir la circulación de vehículos de carga durante los feriados de Navidad 2025 y Año Nuevo 2026.
Las restricciones han sido establecidas del 23 al 26 de diciembre y del 30 de diciembre al 2 de enero, en horarios específicos, con la intención de aliviar parcialmente la presión en las principales vías.

