Falleció en París a los 84 años
Jocelyn Wildenstein, conocida mundialmente como la “Mujer Gato” por sus transformaciones estéticas que desataron fascinación y polémica, falleció el pasado 31 de diciembre de 2024 en París. Tenía 84 años y murió debido a una embolia pulmonar, según confirmó su pareja, Lloyd Klein.
Una vida de lujo y controversia
Nacida en 1940 en Lausana, Suiza, Jocelyn Périsset pasó de ser una joven europea a convertirse en una de las figuras más notorias de la alta sociedad neoyorquina. Su matrimonio con Alec Wildenstein, heredero de una de las familias más influyentes en el mundo del arte, la posicionó en el ojo público.
• Un estilo de vida extravagante: Mansiones, obras de arte y lujos inimaginables definieron gran parte de su vida.
• Polémicas constantes: Su transformación física y su separación con Alec hicieron que los tabloides la convirtieran en un ícono tanto de la opulencia como de la controversia.
¿Mujer Gato por elección?
A lo largo de los años, Jocelyn se sometió a una serie de cirugías estéticas que alteraron su apariencia, otorgándole rasgos que muchos compararon con los de un felino.
• El origen del apodo: Aunque negó en varias ocasiones que las cirugías fueran intencionales, su apodo de “Mujer Gato” se popularizó.
• Debate mediático: Mientras algunos la veían como un símbolo de libertad personal, otros cuestionaban los estándares de belleza que la llevaron a esos extremos.
El divorcio más caro de la historia
En 1999, el divorcio entre Jocelyn y Alec Wildenstein marcó un hito en términos de acuerdos financieros.
• La cifra récord: Recibió un pago inicial de 2.5 mil millones de dólares, además de 100 millones anuales durante 13 años.
• Crisis financiera: Sin embargo, en 2018, Jocelyn declaró bancarrota, asegurando que los pagos habían sido interrumpidos por la familia Wildenstein.
Amor y resiliencia: Sus últimos años
Desde 2003, Jocelyn mantuvo una relación con el diseñador de moda Lloyd Klein. A pesar de los altibajos, la pareja permaneció junta hasta el final. Según Klein, Jocelyn falleció mientras dormía, en paz, en su residencia en París.
Reflexión: Más allá de las cirugías
La vida de Jocelyn Wildenstein es más que sus transformaciones físicas. Es un recordatorio de cómo el lujo, la fama y las expectativas sociales pueden definir y consumir la vida de una persona. Su legado es una lección sobre la importancia de la aceptación personal en un mundo que constantemente impone estándares.
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