El presidente Luis Abinader alzó la voz en nombre del Caribe durante la Cumbre de la Alianza Global para la Biodiversidad, celebrada en Guyana, al advertir sobre el impacto que está teniendo el sargazo en la vida marina, la salud costera, la pesca y el turismo. Propuso que este fenómeno se declare una prioridad regional, destacando que se trata de una amenaza creciente que exige acción conjunta.
Durante su intervención, Abinader pidió que esta alianza mundial se convierta en una fuerza que impulse “soluciones reales, medibles y sólidamente financiadas”, con un enfoque justo para los países del sur global y, en especial, para los pequeños Estados insulares en desarrollo como República Dominicana.
“La biodiversidad no puede seguir esperando”, dijo el mandatario, quien también llamó a que la cumbre marque el inicio de un movimiento global que combine visión y acción, con metas claras y mecanismos de rendición de cuentas.
Más financiamiento y cooperación
El anfitrión de la cumbre, el presidente de Guyana Irfaan Ali, coincidió en que el mundo está muy por debajo del nivel de inversión necesario para proteger la biodiversidad. Según sus cifras, se necesitan al menos 700 mil millones de dólares al año, lo que implica triplicar el financiamiento actual. Propuso nuevas formas de inversión, como los créditos de biodiversidad y los canjes de deuda por naturaleza.
La cumbre, celebrada en Georgetown, busca comprometer a gobiernos, inversionistas, expertos y comunidades a proteger el 30 % de la tierra y los océanos del mundo para 2030. En ese escenario, Abinader aprovechó para posicionar a República Dominicana como un líder regional en defensa de los ecosistemas y promotor de un modelo de desarrollo sostenible.
El presidente dominicano regresó al país el mismo día tras su participación, que reafirma los vínculos crecientes entre República Dominicana y Guyana, un país que ha emergido como potencia económica gracias a sus recursos petroleros.