Puerto Príncipe.- La Unesco manifestó este miércoles su “enérgica” condena por los actos de vandalismo registrados en la Escuela Nacional de Artes (Enarts) y el incendio de la Escuela Normal Superior (ENS) y otras instituciones en Haití, en el contexto de la violencia que ejercen las bandas armadas sobre la población.
La violencia de pandillas también ha afectado a las Facultades de Ciencias (FDS), Agronomía y Medicina Veterinaria de la Universidad Estatal de Haití (UEH) y varias instituciones educativas públicas y privadas, asaltadas y saqueadas por bandidos armados que tomaron rehenes y agredieron a profesores y alumnos.
Estos actos de vandalismo, saqueos e incendios contra las instituciones educativas del país tienen consecuencias devastadoras para el futuro de la sociedad haitiana, particularmente para las generaciones presentes y futuras, por lo que deben cesar y no se pueden tolerar de ninguna manera, señaló la Unesco en un comunicado.
La educación es un derecho humano fundamental cuyo objetivo es sacar a hombres y mujeres de la pobreza, reducir las desigualdades y garantizar el desarrollo sostenible de la sociedad, recordó la Unesco.
Este derecho inalienable está consagrado en la Constitución haitiana y en diversos convenios internacionales ratificados por Haití, remarcó la organización, que enumeró algunos de esos tratados, como la Declaración Universal de Derechos Humanos, entre otros.
La Escuela Nacional de Artes es un centro de educación artística que trabaja por el desarrollo de los artistas y la influencia del arte haitiano en el mundo, proporcionando al mismo tiempo una formación clásica y artística de calidad, y la École Normale Supérieure (ENS) es la institución de formación de docentes más antigua del país y uno de los pilares del sistema educativo haitiano.
Haití viene sufriendo un recrudecimiento de la acción de las bandas armadas desde el pasado mes de febrero, registrándose frecuentes tiroteos entre la Policía Nacional de Haití e integrantes de las pandillas.
En el área metropolitana de Puerto Príncipe se ha desatado una ola de violencia sin precedentes, marcada por los ataques contra infraestructuras civiles, escuelas, universidades y edificios públicos.