Balance de víctimas en varias provincias
España enfrenta la peor gota fría del siglo, dejando hasta el momento al menos 95 muertos y decenas de desaparecidos en distintas regiones del país. Valencia ha sido la más afectada, con 92 víctimas fatales. En Málaga y Castilla-La Mancha también se registraron fallecimientos, con un muerto en la primera y dos en la segunda. Las autoridades han implementado un luto oficial de tres días y declararán las zonas afectadas como “altamente afectadas” por la dana (depresión aislada en niveles altos). El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, ha prometido además ayudas económicas estatales y fondos europeos para los damnificados.
Rescates y apagones en Valencia
Las lluvias torrenciales han provocado apagones, afectando a más de 115,000 personas en Valencia. Las carreteras principales han sido cortadas y el servicio ferroviario de alta velocidad entre Madrid y la Comunidad Valenciana está suspendido, al igual que el corredor mediterráneo hacia Barcelona. Durante la noche, decenas de personas quedaron atrapadas en sus vehículos, en camiones y en techos de gasolineras, tiendas y automóviles, esperando ser rescatadas en medio del desastre. Defensa ha movilizado equipos de rescate, incluyendo medios aéreos, perros adiestrados y psicólogos militares para asistir a los afectados.
Alertas rojas en otras regiones
La Aemet, Agencia Estatal de Meteorología, ha elevado la alerta en varias provincias. Cádiz, en Andalucía, se encuentra ahora en alerta roja por la acumulación de agua, mientras que otras regiones del sur, como Extremadura, el sur de Tarragona y el oeste de Andalucía, también esperan el avance del temporal. La situación ha llevado a movilizaciones de emergencia y a la suspensión de servicios públicos para garantizar la seguridad de la población.
Una historia desgarradora en Valencia
En Valencia, la tragedia alcanzó a la familia de Lourdes María García, de 34 años, y su bebé de tres meses, cuyos cuerpos fueron hallados tras ser arrastrados por la corriente mientras intentaban huir de las inundaciones. Su esposo, Antonio Tarazona, intentó rescatar a su familia, pero la fuerza del agua lo obligó a soltar el coche, que quedó atrapado en la inundación. “Lo último que vi fue cómo pedían auxilio desde el techo del coche”, relató Tarazona, conmocionado por el desenlace.

Fuente: El País