Brasilia.- Lula da Silva habló sin rodeos, si el acuerdo comercial entre la Unión Europea y el Mercosur no se firma este sábado, Brasil cierra ese capítulo mientras él siga en la Presidencia.
El presidente brasileño avisó que no piensa seguir esperando. Dijo que Brasil ya hizo su parte y que, si la UE vuelve a dar largas, el trato muere ahí mismo. Nada de segundas oportunidades ni agendas escondidas.
Europa frena y Lula señala nombres
Lula mencionó directo a Francia e Italia. Explicó que Emmanuel Macron se resiste para proteger a sus agricultores y que Giorgia Meloni se montó en el freno sin explicar mucho. Para Brasil, el retraso ya huele a excusa repetida.
El mandatario afirmó que el bloque suramericano negoció con flexibilidad y cedió todo lo diplomáticamente posible. A su juicio, las condiciones actuales benefician más a la Unión Europea, aun así el Mercosur apostó por el acuerdo.
Lula enmarcó el pulso en algo más grande, mientras líderes como Donald Trump apuestan al “sálvese quien pueda”, Brasil defiende reglas comunes y acuerdos amplios. Para él, este pacto manda un mensaje político, no solo comercial.
El bloqueo europeo se aprieta
El Parlamento Europeo aprobó nuevas cláusulas para blindar a sus agricultores frente al Mercosur. Francia empujó más lejos y su Senado pidió llevar el acuerdo al Tribunal de Justicia de la UE, lo que mantiene la firma colgando de un hilo.
Desde París, Macron avisó que Francia se opondrá con firmeza si la Comisión y el Consejo intentan imponer el tratado. La advertencia llegó justo antes de la cumbre europea, donde se necesita mayoría cualificada para dar luz verde.
Sábado decisivo en Brasil
La cumbre del Mercosur en Foz do Iguaçu se perfila como el día clave. Lula espera una firma clara y sin cuentos. Si no pasa, Brasil pasa la página y Europa se queda mirando cómo el tren se va sin esperar más.
