El pasado fin de semana, una joven estudiante iraní identificada en redes sociales como Ahoo Daryaei se desnudó en público en la Universidad Islámica Azad de Teherán, quedándose en ropa interior en lo que fue interpretado como una protesta contra el estricto código de vestimenta islámico en Irán. Este acto fue captado en video y se difundió ampliamente en redes sociales, donde se viralizó como un símbolo de desafío a las restricciones impuestas sobre las mujeres en el país.
Reacción oficial: “persona con problemas” y “en tratamiento”
Este martes, Fatemeh Mohajerani, portavoz del gobierno iraní, reaccionó oficialmente al incidente, señalando que no ven el caso desde una perspectiva de seguridad nacional. En cambio, declaró que la joven es considerada una persona “con problemas” que está recibiendo “tratamiento”. Sin especificar qué tipo de ayuda se le está proporcionando, Mohajerani mencionó que Daryaei fue trasladada de una comisaría a un “centro de tratamiento” y que aún es “demasiado pronto” para considerar su regreso a la universidad. Según la portavoz, es necesario que complete el tratamiento antes de determinar los siguientes pasos en su situación académica y social.
Declaraciones de la universidad y ONG internacionales
Amir Mahjob, portavoz de la Universidad Islámica Azad, indicó en la red social X (anteriormente Twitter) que Daryaei había sido detenida por los guardias de seguridad del campus y que se determinó en comisaría que presentaba un “trastorno mental” y estaba bajo “fuerte presión mental”. Por su parte, Amnistía Internacional denunció que la joven fue “detenida violentamente” en respuesta a su protesta contra el uso obligatorio del velo y exigió su liberación inmediata.
Contexto: la lucha de las mujeres en Irán y el movimiento #MujerVidaLibertad
El acto de protesta de Daryaei recuerda las manifestaciones ocurridas en 2022 tras la muerte de Mahsa Amini, una joven kurda detenida por la policía de la moral por presuntamente llevar mal puesto el velo. Ese incidente desencadenó el movimiento #MujerVidaLibertad, que movilizó a miles de personas en Irán y en el extranjero, exigiendo derechos y libertades para las mujeres iraníes.
Desde entonces, un número creciente de mujeres en Irán ha desafiado las leyes que imponen el uso obligatorio del velo, despojándose de él en actos de desobediencia civil. La agencia de noticias Tasnim, cercana al gobierno, afirmó que las reacciones en redes ante el caso de Daryaei provienen del “mismo movimiento antiiraní” que se levantó en 2022 con el caso de Mahsa Amini.
Tomado de El País