El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó que Ucrania utilice misiles de largo alcance suministrados por su país para atacar puntos estratégicos en territorio ruso.
Esta decisión marca un cambio importante en la estrategia de EE.UU. respecto al conflicto, ya que estas armas pueden llegar a objetivos a cientos de kilómetros, incluso dentro de Rusia. Sin embargo, ni la Casa Blanca ni el Pentágono han confirmado oficialmente la información, reportada por medios como The New York Times, The Washington Post y la agencia AFP.
Asimismo, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, no confirmó ni negó esta autorización en un video reciente. Solo mencionó que presentó a sus aliados un «plan para la victoria» que incluye capacidades de ataque de largo alcance. «Los misiles hablarán por sí solos», dijo Zelensky, dejando entrever que Ucrania podría actuar pronto.
Según fuentes estadounidenses, el primer ataque con estos misiles podría realizarse en los próximos días.
Advertencias desde el Kremlin
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió en septiembre que permitir ataques con este tipo de armamento sería considerado como una «participación directa» de la OTAN en el conflicto. También aseguró que esto cambiaría la naturaleza de la guerra.
¿Qué significa esta decisión?
Con esta medida, Ucrania podrá atacar objetivos más profundos en áreas bajo control ruso, como bases militares y centros logísticos. Aunque algunos expertos estadounidenses dudan de que esto cambie el curso de la guerra, podría ser clave para frenar los avances recientes de las fuerzas rusas.
Opiniones desde el terreno
Paul Adams, corresponsal de la BBC, destacó que Ucrania llevaba meses pidiendo autorización para usar estos misiles. Según Serhii Kuzan, experto en seguridad ucraniano, aunque no será un «cambio total», equilibrará las fuerzas en momentos críticos.
Se espera que Rusia y Corea del Norte lancen un gran ataque en los próximos días, por lo que esta decisión llega justo a tiempo. El impacto dependerá de cuántos misiles tenga Ucrania y de la información de inteligencia compartida por Estados Unidos.
Fuente: BBC