Abercrombie & Fitch ha pasado años reconstruyendo su imagen tras la salida de su ex director ejecutivo Mike Jeffries, quien lideró la compañía durante más de dos décadas. Según un informe de CNN, las recientes acusaciones de tráfico sexual en contra de Jeffries no afectarán a la marca debido a la distancia que esta ha logrado crear respecto a su antiguo ejecutivo. Jeffries, conocido por las controvertidas campañas de marketing sexualizadas que caracterizaron a la marca, dejó el cargo en 2014, momento en el que Abercrombie decidió reinventarse.
Un nuevo enfoque de la marca
Desde que Jeffries dejó la empresa, Abercrombie ha transformado tanto su imagen como su estrategia de marketing, alejándose de las tiendas impregnadas de perfume, los modelos sin camisa y las sudaderas con logotipos grandes que definieron la era de su antiguo CEO. Bajo la dirección de Fran Horowitz, quien asumió el cargo en 2016, la marca se ha convertido en una empresa más inclusiva, enfocándose en ropa básica, chaquetas y prendas cómodas sin logotipos llamativos. Esto ha permitido que una nueva generación de clientes, que no recuerda la era Jeffries, se sienta atraída por la marca.
El impacto de las acusaciones contra Jeffries
Las recientes acusaciones contra Jeffries, junto a su pareja romántica y un socio, por operar una red de tráfico sexual mientras lideraba Abercrombie, han generado titulares. La acusación alega que el ex-CEO y sus socios reclutaban hombres, muchos de ellos modelos aspirantes, para eventos sexuales bajo la promesa de avanzar en sus carreras. A pesar de la gravedad de estas denuncias, los analistas consideran que la reputación actual de Abercrombie no se verá afectada. Neil Saunders, analista de GlobalData Retail, comentó a CNN que «esto se trata del Abercrombie del pasado, y no del presente».
Estrategia de distanciamiento efectiva
Los analistas coinciden en que la estrategia de distanciamiento de Abercrombie ha sido exitosa. Desde la salida de Jeffries, la marca ha implementado cambios significativos, eliminando su famoso logotipo del alce, retirando la fragancia Fierce que solía impregnar sus tiendas y renovando sus locales para hacerlos más luminosos y modernos. Además, se ha ampliado la gama de tallas para ser más inclusiva, alejándose de la política exclusivista de la era Jeffries. Estos cambios han permitido que Abercrombie no solo sobreviva, sino que prospere, con un aumento del 400% en sus acciones desde 2014.
El futuro de Abercrombie más allá de Jeffries
A pesar del escándalo que rodea a su ex-CEO, Abercrombie ha logrado transformar su imagen de una manera que ha resonado con los consumidores actuales. Otras compañías de consumo, como Papa John’s y Lululemon, también han navegado con éxito situaciones similares, distanciándose de los comportamientos controvertidos de sus antiguos líderes. Los expertos aseguran que Abercrombie seguirá adelante con su nueva identidad, dejando atrás los días de Jeffries y centrándose en un mercado que valora la inclusión y la autenticidad.