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Presidente Abinader crea Observatorio de Políticas Migratorias mediante decreto

El presidente Luis Abinader firmó el decreto 215-25 que crea el Observatorio de Políticas Migratorias, un espacio ciudadano con el objetivo de dar seguimiento, evaluar y aportar al diseño de las políticas migratorias en República Dominicana. La idea es garantizar más transparencia, organización y participación social en un tema que cada vez cobra más relevancia nacional.

¿Quiénes lo integran?
El Observatorio funcionará bajo el Consejo Nacional de Migración, pero tendrá una comisión ejecutiva liderada por el periodista Miguel Franjul, designado como presidente del organismo. Estará acompañado por figuras académicas, religiosas y empresariales, como:

  • Julio Sánchez Maríñez, rector del Intec
  • Monseñor Héctor Rafael Rodríguez, arzobispo de Santiago
  • Feliciano Lacen Custodio, pastor y director del Codue
  • Jacinto Pichardo, del Instituto Duartiano
  • Juan Mera, de la Asociación para el Desarrollo de Santiago
  • César Dargam Espaillat, del Conep
  • Juan Bancalari, de Asonahores

Todos ejercerán su cargo de forma honorífica.

Un espacio de participación abierta
El decreto también autoriza al Observatorio a incorporar nuevas voces de la sociedad civil y a conformar mesas de trabajo permanentes con especialistas y expertos en temas migratorios. Esto abre la puerta a que la ciudadanía organizada y expertos independientes puedan incidir directamente en la toma de decisiones y políticas públicas sobre migración.

¿Por qué es importante?
En un contexto de debates intensos sobre migración, deportaciones, seguridad y derechos humanos, este Observatorio puede convertirse en una herramienta clave para garantizar que las políticas migratorias respondan tanto al interés nacional como a los principios de legalidad y respeto a los derechos humanos.

Una señal política clara
Con esta medida, el Gobierno busca mostrar que está comprometido con una política migratoria más abierta, participativa y responsable, alineada con los intereses del país y su soberanía, pero también su institucionalidad.