La Casa Blanca presentó el lunes el retrato oficial de Melania Trump, la primera dama de Estados Unidos, en una fotografía tomada un día después de la toma de posesión de su esposo, Donald Trump. En la imagen en blanco y negro, Melania aparece con un traje de negocios oscuro y camisa blanca, mientras posa con las manos sobre una mesa reflectante en el Salón Oval Amarillo, con el Monumento a Washington de fondo.
La fotógrafa belga Régine Mahaux, quien ha trabajado con la familia Trump durante más de 20 años, fue la encargada de capturar esta imagen, repitiendo su rol en comparación con el primer retrato oficial de Melania en 2017.
Una mirada a la imagen: Poder, confianza y enigma
Para Gwendolyn DuBois Shaw, directora del Departamento de Historia del Arte en la Universidad de Pensilvania, este retrato refleja un poder implícito. La postura de Melania, con las manos sobre la mesa, sugiere una disposición a trabajar y actuar en su rol de primera dama.
La imagen la muestra confiada, serena y con clase, transmitiendo seguridad frente a la cámara. Por otro lado, Ellie Violet Bramley, escritora de moda, observa que el retrato tiene una postura y un estilo que parecen contradecir el papel tradicional de la primera dama. Melania, en lugar de suavizar la imagen de la presidencia, parece proyectar una autoridad más corporativa, incluso enigmatica, destacándose del enfoque accesible de otras primeras damas como Michelle Obama y Jill Biden.
(BBC Mundo)