InicioEstilo de vida¿Nos cambiaron las galletas Danesas? La polémica que encendió TikTok

¿Nos cambiaron las galletas Danesas? La polémica que encendió TikTok

La verdad detrás de las famosas galletas de lata azul… esas mismas donde tu abuela guardaba los hilos de coser

EsquinaRD. – El Internet amaneció revolucionado cuando TikTok empezó a llenarse de videos mostrando las famosas galletas de mantequilla en su icónica lata azul metálica, esa misma que en nuestro país no se compra por el sabor… sino por el futuro: convertirse en el costurero oficial de la abuela, guardando hilos, botones y hasta tijeritas con historia.

¿Algo cambió?… Usuarios comenzaron a enseñar sus latas y, con un zoom inquietante, señalaban la frase: “Made in India”. De inmediato se prendió el debate, la sospecha y el drama navideño: “¿Y no eran danesas? ¿Y esas fábricas son confiables? 

El origen del ruido digital

El lío explotó porque algunos creadores mostraron supuestas imágenes de fábricas poco higiénicas, insinuando que esas eran las que producían las galletas. El contenido corrió como chispa en gasolina… pero no hay ninguna verificación oficial que confirme que esos videos pertenecen a los verdaderos fabricantes, es decir, mucho ruido, poca evidencia sólida.

Hay marcas que venden “Danish Butter Cookies” pero no se producen en Dinamarca, sino en India, aprovechando el estilo danés como estética comercial. La lata misma —ese azul brillante que recuerda casa vieja, Navidad y olor a mantequilla— hace que muchos consumidores asuman que todas vienen del mismo sitio. Ahí nace la confusión. El diseño engaña más que la etiqueta.

La clásica Royal Dansk responde

Para frenar el corre corre, Royal Dansk sacó pecho y aclaró que sus galletas siguen horneándose en Dinamarca, con la misma receta de siempre. Incluso arrancaron una campaña en redes explicando cómo identificar su empaque auténtico, distinguiéndose de las imitaciones o de las marcas que solo usan la estética danesa.

¿Por qué tanto drama con una lata de galletas?

Porque estas galletas no son solo un snack navideño: son memoria afectiva, tradición de familia y la caja eterna donde tu abuela guardaba los hilos de coser que heredó de su propia madre. Tocar esa lata es tocar un recuerdo. Cambiarle el país de origen, aunque sea de otra marca, se siente casi como romper un ritual.

¿Y ahora? ¿Qué hacemos con la lata?

Fácil: revisar la etiqueta. No todas las latas azulitas vienen de Dinamarca, no todas las “danesas” lo son, y no todos los videos virales cuentan la historia completa.Lo único seguro es que, vengan de donde vengan, esas latas seguirán reinando en las casas dominicanas.