El espacio natural abre sus puertas a quienes buscan aire fresco, seguridad y conexión con la naturaleza este fin de semana
Santo Domingo – A veces, la ciudad parece no dejar espacio para el silencio. Entre bocinas, tráfico y pantallas, olvidamos que a solo unos minutos del bullicio existe un lugar donde el tiempo se desacelera y el verde domina cada rincón. El Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael María Moscoso no es solo un parque, es un respiro, una pausa necesaria, un recordatorio de que la naturaleza también late dentro de la capital.
Un tesoro natural en la ciudad



Con más de dos millones de metros cuadrados de extensión, el Jardín Botánico es el pulmón natural más grande de Santo Domingo y tiene el banco de semillas más moderno del Caribe. Sus senderos rodeados de árboles centenarios, el sonido constante de las aves y la frescura del aire crean una atmósfera ideal para caminar, ejercitarse o simplemente desconectarse en familia del ritmo acelerado de la semana.
Quienes lo visitan pueden recorrer el Jardín Japonés, un espacio de equilibrio visual con estanques, puentes y flores que parecen flotar sobre el agua; o visitar el herbario nacional, donde se conservan más de 145,000 especies de plantas. También está el Tren Botánico, que recorre todo el parque y permite disfrutar sus zonas más emblemáticas sin necesidad de caminar largas distancias.
Actividades para todas las edades



El Botánico se ha convertido en uno de los puntos favoritos de jóvenes, familias y grupos escolares. Los fines de semana es común ver grupos de amigos tomando fotos entre las palmas y familias disfrutando de un picnic.
Para los más pequeños, el parque cuenta con espacios educativos y rutas guiadas donde aprenden sobre el valor de las plantas, los ecosistemas y la importancia de cuidar el medioambiente. También es un lugar ideal para hacer ejercicios al aire libre, meditar o practicar yoga en medio de un entorno completamente natural y seguro.
Precios accesibles y seguridad garantizada
El acceso al Jardín Botánico sigue siendo uno de los más económicos de la ciudad.
- Entrada general: RD$100
- Niños y estudiantes: RD$50
- Tren Botánico: RD$150 por persona
Además, cuenta con seguridad permanente, estacionamientos amplios y personal de apoyo en todo el recorrido, lo que lo convierte en un espacio confiable para pasar el día sin preocupaciones.
Tinglar Garden



Dentro del corazón del Jardín Botánico, Tinglar Garden se ha convertido en una parada obligada para quienes buscan una experiencia distinta. Es la primera cafetería sostenible del país dentro del jardín, un espacio que combina el buen gusto con la conciencia ambiental. Su propuesta incluye comidas ligeras, cafés, jugos naturales y una eco-tienda donde se ofrecen plantas, libros y productos amigables con el medioambiente. Todo se desarrolla bajo un concepto de economía circular y respeto por la naturaleza, en perfecta sintonía con el entorno verde que la rodea.
Además, Tinglar Garden invita a vivir el parque de otra manera: con la opción de armar un picnic personalizado y disfrutarlo entre los árboles o sobre el césped, en compañía de amigos o familia. Su ambiente rústico, mesas decoradas y vistas naturales convierten una simple pausa en una experiencia relajante y auténtica, ideal para quienes buscan desconectar del ruido urbano sin salir de la ciudad.

Donde la naturaleza se encuentra con la calma
Visitar el Jardín Botánico no es solo una excursión, sino una experiencia de conexión. Allí, el aire huele distinto. Las conversaciones bajan de tono, las fotos salen más naturales y el tiempo parece ir al ritmo del viento.
Así que este fin de semana, si el cuerpo pide descanso y el alma silencio, el Jardín Botánico Nacional está ahí, esperándote con los brazos abiertos.

