¿Y si el gym no es tu terapia, pero bailar bachata en la sala sí?
Porque no todo el mundo encuentra su paz en una caminadora. A veces, la sanación llega entre Juan Luis Guerra y una mopa.
Bailar bachata también es terapia, sobre todo cuando lo haces sin presión, en tu casa y a tu ritmo.
Bailar también es salud: el cardio cultural dominicano
Estamos tan bombardeados por la idea de que “el gym es vida” que se nos olvida algo básico: mover el cuerpo no tiene que significar levantar pesas ni correr 5K al amanecer. En República Dominicana, el bienestar se encuentra en otros lugares: una azotea con música, un patio con escoba o una sala donde suena una bachata vieja y alguien improvisa una vuelta.
Sí, sudar bailando también cuenta. Y es más común (y divertido) de lo que parece.
Hay estudios que demuestran que bailar no solo quema calorías: también libera endorfinas, mejora la memoria, la coordinación y reduce el estrés.
Pero en el Caribe, no bailamos solo por salud. Bailamos para desahogarnos, para conectar, para celebrar la vida aunque sea martes.
¿No te ha pasado que estás limpiando y, sin darte cuenta, terminas moviendo los pies al ritmo de Antony Santos?
Eso también es bienestar.
Eso también es terapia.
Cada quien con su forma de sanar
Hay quien necesita una caminadora.
Hay quien necesita una buena rola de Romeo.
Y hay quien encuentra equilibrio fregando con los audífonos puestos y moviendo los hombros como si estuviera en un party.
El punto es simple: no hay una sola forma de cuidarse. Y no todas tienen que venir en formato de rutina de gimnasio o dieta restrictiva.
Bailar bachata también es terapia, sobre todo cuando lo haces desde el gozo y no desde la obligación.
Playlist de bachata para sanar bailando
Te dejamos una lista para que pruebes esta terapia tropical en casa. Súbela, baila y siente cómo tu cuerpo lo agradece:
- Me voy – Héctor Acosta
- Obsesión – Aventura
- La mejor versión de mí – Natti Natasha ft. Romeo Santos
- Bachata en Kingston – Vicente García
- Te soñé – Frank Reyes
Póntela un domingo, sube el volumen y date permiso de moverte por ti.
Sin presión. Sin culpa. Sin compararte.
En resumen
Bailar bachata también es terapia.
Y en esta isla, eso lo sabíamos desde antes de que existieran los gimnasios 24/7.
Así que la próxima vez que te sientas mal porque no hiciste “workout”, recuerda esto:
Tu cuerpo también agradece esa vuelta de bachata entre el sofá y la cocina.
¿Cuál es tu canción terapia?
Déjala en los comentarios o mándasela a alguien que también necesita moverse sin presión.
