Puede que, si estás a dieta, hayas eliminado la cerveza de tu alimentación. Existen muchos mitos en torno a esta bebida, pero lo cierto es que numerosos estudios han probado sus beneficios para la salud, demostrando que puede formar parte de nuestra vida si la consumimos con moderación.
Dependiendo del tipo de fermentación, existen diferentes variantes de cerveza.
Cervezas ale: son de fermentación alta, a una temperatura de entre 18 y los 24 grados aproximadamente. «Sus sabores son robustos«, dicen los expertos de Estrella Galicia.
Cervezas lager: de fermentación baja, tienden a ser transparentes y con sabor equilibrado, limpio y refrescante.
Cervezas lámbicas: surgen como resultado de una fermentación espontánea llevada a cabo por una combinación de levaduras y bacterias. Son claras, con poca espuma y ácidas.Cervezas negras: su sabor suele ser más fuerte.
¿Es buena la cerveza para la salud?
Lejos de ser calorías vacías, la cerveza contiene nutrientes beneficiosos para la salud. Además, un estudio realizado por el Hospital Clínic, las universidades de Barcelona y Málaga y el Instituto de Salud Carlos III concluyó que las personas que consumían cerveza habitualmente de forma moderada tenían menor incidencia de diabetes mellitus e hipertensión, y mayor cantidad de colesterol bueno que aquellas que no la bebían.