Fuente: Agencia EFE
El reguetón, que alguna vez fue perseguido por las autoridades y censurado en Puerto Rico, es hoy el género musical más escuchado en el mundo. Su evolución ha sido marcada por una estrategia clave: la unión entre artistas y la apertura a colaboraciones con otros géneros, lo que lo convirtió en un movimiento cultural global.
De los casetes callejeros a la censura oficial
A finales de los años ochenta, el reguetón empezó a gestarse en Puerto Rico con figuras como Vico C y DJ Negro, quienes lanzaron “La Recta Final” (1989), una producción pionera que combinaba rap en español con ritmos urbanos. Poco después surgió el “underground”, una corriente que mezclaba letras explícitas y sonidos caribeños, cautivando a la juventud pero generando rechazo institucional.
En esa época, la Policía llegó a multar a personas que escuchaban reguetón en sus autos, y los discos fueron retirados de las tiendas hasta incluir advertencias de contenido explícito.
Un cambio de rumbo creativo
Ante la censura, productores y artistas comenzaron a crear canciones con temáticas menos violentas, lo que abrió el camino a colaboraciones con músicos de otros estilos. Este giro permitió que el género se popularizara más allá de Puerto Rico y que las alianzas entre reguetoneros se convirtieran en una de sus mayores fortalezas.
Una generación global
DJ Negro, Mario VI y Ken-Y, veteranos del movimiento urbano, coinciden en que la transformación del reguetón ha sido impresionante. Lo que comenzó como una música marginada en los barrios de Puerto Rico hoy es un símbolo cultural con figuras de talla mundial como Bad Bunny, Rauw Alejandro, J Balvin, Anuel AA y Feid.
“Me siento súper orgulloso de estar en ese primer escalón del género que domina el mundo… poco a poco la gente comenzó a aceptarnos”, reflexionó DJ Negro, pionero del movimiento.
Cultura urbana que trasciende fronteras
El auge de plataformas digitales catapultó al reguetón, llevándolo a escenarios internacionales y posicionando a Puerto Rico como epicentro de la música latina. Para Mario VI, esta explosión musical “es impresionante” y demuestra el alcance cultural del género que pasó de ser censurado a convertirse en una de las principales exportaciones musicales del Caribe.