El Teatro La Fiesta del Hotel Jaragua se vistió de fiesta este sábado con el espectáculo “2080” de Manny Cruz, un concierto en honor al Día de las Madres donde el merengue fue el gran protagonista. El evento convocó a cientos de personas que bailaron, cantaron y se emocionaron con la mezcla de nostalgia, energía y tributo que ofreció el artista.
Desde su entrada en escena —montado en un motor y al ritmo de “El hombre divertido”, versión moderna del clásico de Wilfrido Vargas— Manny dejó claro que su propuesta va más allá del homenaje: es una reafirmación de su compromiso con el merengue. El recorrido por los 80 continuó con “La dueña del swing” de los Hermanos Rosario y hasta incluyó guiños internacionales como “All Night Long” y “Oye”.
La noche también fue un repaso por su propio repertorio, con temas que ya forman parte del cancionero popular como “Sabes enamorarme”, “No me lo creo”, “Llegaste”, “Bailando contigo” y “Déjà vu”. Manny demostró no solo su versatilidad, sino también su cercanía, saludando desde la tarima, bajando entre las mesas y abrazando a fanáticos de todas las edades, incluidos niños con letreros de apoyo.
Tributo a su madre y al merengue que lo vio crecer
Uno de los momentos más íntimos de la noche llegó cuando recordó que, siendo niño, cantó “Cal y Arena” a su madre. Esa historia dio paso a una presentación especial junto al maestro Dioni Fernández, quien subió al escenario para tocar el piano y dirigir la orquesta.
El gesto más emotivo vino con su madre, Milagros Sánchez, a quien invitó a cantar a dúo “Sabor a mí”, clásico bolero mexicano. “Siempre ha sido un hijo maravilloso”, dijo ella, conmovida, ante una audiencia que ovacionó la escena.

Un show para recordar a los que ya no están
La velada también sirvió como homenaje. Manny dedicó palabras sentidas a la memoria de Rubby Pérez, fallecido el 8 de abril, y de Hadid Valenzuela, güirero de su orquesta recientemente fallecido. “Que el merengue de Rubby y la güira de Hadid nunca dejen de sonar”, dijo. Aprovechó para invitar a reflexionar sobre la importancia de la familia y la conexión con Dios.
Identidad dominicana y homenaje a los grandes
El tercer bloque del concierto abrió con “Santo Domingo”, un merengue que se ha convertido en himno de identidad nacional. A ese espíritu festivo se sumó el tributo al “Caballo Mayor”, Johnny Ventura, con la presencia de su hijo Jandy Ventura, quien cantó en su honor. La emoción del público no bajó en ningún momento.
Para cerrar por todo lo alto, Manny interpretó “El Motor”, acompañado de su intérprete original, Aramis Camilo, lo que desató una ovación general. “Gracias por estar aquí celebrando junto a mí a nuestras madres, con canciones que marcaron nuestra historia”, expresó el cantante antes de despedirse.
También agradeció a los artistas homenajeados en su álbum y en el concierto: “Gracias a ellos, hoy existe un Manny Cruz”.
Con efectos especiales, tres cambios de vestuario, orquesta en vivo y un despliegue de cariño y profesionalismo, Manny Cruz entregó algo más que música: una noche para celebrar la memoria, el amor y la cultura dominicana. Como expresó una asistente, Marchina Savas, quien fue con su hija: “Me siento feliz, se disfrutó bastante de la noche”.