Santo Domingo.- El universo azul volvió a sonar duro en los cines. “Avatar: Fire and Ash” activó el regreso masivo del público y abrió con US$88 millones en Estados Unidos, confirmando que la franquicia todavía tiene gasolina para empujar la experiencia en pantalla grande.
Un arranque fuerte, aunque exigente
La cifra quedó por debajo de pronósticos más ambiciosos, pero el panorama global equilibró la balanza. Fuera de EE. UU., la película sumó US$257 millones, llevando el estreno mundial a US$345 millones, un empuje clave en temporada navideña.
Con un presupuesto cercano a US$400 millones, el desempeño de estas semanas definirá el futuro de la saga. El director insiste en que el cine sigue vivo, aunque camina sobre números cada vez más ajustados.
Avatar no compite como cualquier estreno. Funciona como evento, formatos premium, IMAX y 3D atraen a quienes buscan algo que el streaming no replica. Esa diferencia explica por qué Pandora sigue convocando multitudes en vacaciones.
Taquilla que mejora, pero no despega
Aunque diciembre ayudó, Hollywood aún no alcanza niveles pre-pandemia. La taquilla anual ronda US$8,370 millones, lejos de 2019. Aun así, los analistas ven señales positivas y apuestan a 2026 como posible año récord post-covid.
Más cinéfilos frecuentes regresan y los cines invierten fuerte en pantallas premium, asientos y servicios. Esa apuesta seduce a la Generación Z y refuerza la idea central, cuando la experiencia vale la pena, la gente vuelve. Pandora lo volvió a demostrar.

