InicioDeportesWilt Chamberlain: los récords imposibles que siguen marcando la NBA

Wilt Chamberlain: los récords imposibles que siguen marcando la NBA

A 89 años de su nacimiento, Wilt Chamberlain continúa siendo un mito viviente de la NBA. Sus números no solo parecen inalcanzables, sino que, en pleno 2025, todavía desafían la lógica del baloncesto moderno. “The Big Dipper” no solo jugó, sino que cambió las reglas del juego, dejando marcas que parecen más propias de una leyenda que de un atleta real

Un partido que nunca se repetirá

El 2 de marzo de 1962, Chamberlain anotó 100 puntos contra los Knicks, una cifra que ningún jugador ha vuelto a rozar. El más cercano fue Kobe Bryant, con 81 en 2006, lo que reafirma que la marca de Wilt pertenece a otra dimensión.

El rey de los rebotes

El 24 de noviembre de 1960 atrapó 55 rebotes en un solo partido frente a los Boston Celtics. Más de seis décadas después, sigue siendo el líder histórico en rebotes y ningún jugador contemporáneo ha logrado acercarse.

Durabilidad sin precedentes

En una liga tan física como la NBA, Wilt disputó 1,045 partidos sin ser expulsado por faltas. Una hazaña que habla tanto de su dominio como de su capacidad para controlar la intensidad dentro de la cancha.

Una temporada de videojuego

La campaña 1961-62 es recordada como una de las más extraordinarias en la historia del deporte: Chamberlain promedió 50.2 puntos y 25.7 rebotes por partido. Una temporada tan surreal que hoy parece sacada de un videojuego como NBA 2K.

El hombre de los +50

Chamberlain registró 118 partidos con al menos 50 puntos. Para dimensionarlo: Michael Jordan sumó 31 y LeBron James, 14. Wilt dejó claro que su nivel de producción ofensiva estaba en otra categoría.

Una leyenda que desafía el tiempo

Los récords de Wilt Chamberlain no solo cuentan la historia de un jugador irrepetible, sino que refuerzan la idea de que fue un atleta adelantado a su tiempo. En una era donde la preparación física, la ciencia deportiva y el análisis de datos dominan el juego, sus números siguen pareciendo intocables.

A casi nueve décadas de su nacimiento en Philadelphia, la conclusión es clara: Wilt no solo jugó en la NBA… jugó en una liga que parecía inventada para él.