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Tyrese Haliburton, el año perdido y el plan de los Pacers Qué hará el equipo tras la devastadora lesión de su estrella

El base franquicia de Indiana sufrió la rotura del tendón de Aquiles en el séptimo juego de las Finales de la NBA. Tras someterse a cirugía, los Pacers han decidido que se perderá toda la temporada 2025–26. La franquicia apuesta por una pausa estratégica y prioriza la carrera a largo plazo de su líder. 

El sueño de los Indiana Pacers de coronarse campeones de la NBA se desmoronó en cuestión de minutos durante el séptimo juego de las Finales ante los Oklahoma City Thunder. Pero más allá de la derrota (103-91), el verdadero golpe llegó cuando Tyrese Haliburton, su motor y principal esperanza, se rompió el tendón de Aquiles y dejó la cancha tras apenas 9 puntos y 3 triples. 

La noticia oficial llegó esta semana: Haliburton no jugará la temporada 2025–26. La cirugía fue exitosa, pero el presidente de operaciones de los Pacers, Kevin Pritchard, fue claro: “No vamos a arriesgar nada. La recuperación debe ser completa, y eso tomará todo el año. No hay vuelta atrás”. 

Una lesión que cambió todo 

La gravedad de la lesión es tan significativa como el momento en que ocurrió. Haliburton ya arrastraba molestias desde el Juego 5, cuando sufrió una distensión en la pantorrilla. Pese a estar en duda, decidió salir a la cancha en los Juegos 6 y 7, motivado por la posibilidad histórica de ganar el primer título en la historia de la franquicia. Lo pagó caro. 

Durante la serie final, promedió 14 puntos, 5.9 asistencias y 4.6 rebotes, mostrando su habitual versatilidad. Pero su ausencia en el cierre del Juego 7 fue determinante: los Pacers fueron superados 56-43 en la segunda mitad tras su salida. Su impacto emocional y estratégico quedó al desnudo. 

El propio jugador, con madurez, publicó en redes: “Lo haría una y otra vez por este equipo y esta ciudad”. Pero en los despachos de Indiana, el sentimiento es otro. Pritchard admitió: “Si hubiese sabido que se iba a lesionar, no lo hubiera dejado jugar. Prefiero perder un partido que comprometer su carrera. Lo valoro demasiado”. 

¿Qué significa esta baja para los Pacers? 

La decisión de no forzar su regreso en toda la temporada 2025–26 marca un enfoque prudente y estratégico. Indiana se enfrenta ahora a un año de transición, donde priorizará el desarrollo de su núcleo joven, probará combinaciones y cuidará su flexibilidad financiera. 

Este paréntesis también ofrece una oportunidad para que figuras emergentes como Bennedict Mathurin, Jarace Walker y Andrew Nembhard asuman roles más protagónicos.

Será un año sin presión clasificatoria, pero con metas claras: formar identidad, cuidar activos y preparar el regreso triunfal de Haliburton. 

El impacto más allá de Indiana 

La lesión de Haliburton también cambia el panorama del Este. Un Indiana finalista sin su estrella queda automáticamente fuera de la ecuación competitiva para la próxima temporada. Equipos como Boston, Milwaukee, Cleveland y Nueva York ya ajustan sus cálculos. 

En términos más amplios, la NBA pierde por un año a uno de los bases más carismáticos, inteligentes y creativos de la liga. Haliburton representa una nueva generación de estrellas con mentalidad colectiva, valores sólidos y juego elegante. Su ausencia se sentirá. 

Una pausa, no un final 

Tyrese Haliburton tiene apenas 25 años y todo su futuro por delante. Indiana lo sabe y actúa en consecuencia. Apostar por su salud hoy es sembrar el terreno para una cosecha más grande mañana. En una liga cada vez más acelerada, donde la presión por resultados inmediatos lo domina todo, los Pacers han elegido un camino inusual: la paciencia. 

Y quizás, cuando Haliburton regrese en 2026, más fuerte, más sabio y más motivado, ese gesto prudente se convierta en la clave que transforme una tragedia en el inicio de una dinastía.