Tokio. – La final de los 200 metros en el Mundial de Atletismo 2025 fue un espectáculo de potencia y velocidad. Allí, entre gigantes de la pista, estuvo Alexander Ogando, cruzando la meta en la sexta posición con 20.01 segundos.
El oro se lo llevó el estadounidense Noah Lyles con 19.52, seguido de su compatriota Kenneth Bednarek (19.58) y el jamaiquino Bryan Levell (19.64). Ogando no estuvo en el podio oficial, pero su carrera cuenta otra historia: la del crecimiento constante de un atleta que ya es referencia en la velocidad mundial.
Más que un resultado
En 2025, Ogando no solo mantuvo la forma, sino que igualó su propio récord nacional de 19.86 segundos y clasificó en dos pruebas a un Mundial exigente. En cada competencia mostró madurez, disciplina y la certeza de que el atletismo dominicano tiene en él un futuro sólido.
La voz de la experiencia
Su entrenador, el doble campeón olímpico Félix Sánchez, lo resumió con orgullo: “2024 y 2025 han sido años de mucho crecimiento y aprendizaje para Alexander, y estamos seguros de que seguirá brillando en las pistas del mundo”.
Agregó con convicción: “la República Dominicana lo seguirá viendo en los más grandes escenarios y trayendo grandes alegrías al país”.
Una meta abierta
Ogando vuelve a casa sin medalla colgada al cuello, pero con la frente en alto. Como dijo Sánchez, “volvemos a casa con la satisfacción del trabajo hecho y las ganas intactas para la próxima temporada”.
En Tokio, el reloj marcó posiciones, pero el corazón dominicano supo leer otra cosa: que el verdadero triunfo está en no detenerse, en seguir corriendo hacia nuevos sueños.