Santiago. – El Estadio Cibao volvió a vibrar. Con casi medio centenar de jugadores en el terreno, las Águilas Cibaeñas dieron ayer inicio a sus entrenamientos, un arranque que mezcló la alegría del reencuentro con la ambición de un solo propósito: conquistar la corona número 23.
Entre los presentes destacó el Jugador Más Valioso de la pasada temporada, Aderlin Rodríguez, símbolo de la confianza y el poder que el conjunto quiere llevar al próximo campeonato.
Mensaje de compromiso
La jornada comenzó con un llamado a la unidad por parte del gerente general, Gian Guzmán, quien pidió entrega absoluta y compromiso colectivo.
“Ustedes forman parte de un equipo de buenos jugadores y excelentes profesionales. Si cada uno da lo mejor, tendremos grandes resultados”, expresó, recordando que la disciplina y el esfuerzo son la base del éxito.
Guzmán resaltó también el liderazgo de Carlos Gómez, a quien reconoció como una voz cercana al grupo, capaz de guiar con exigencia y ejemplo dentro y fuera del terreno.
El capitán Juan Lagares tomó la palabra y resumió el sentir del equipo en una frase sencilla pero contundente: “Vamos todos a remar en una misma dirección y con un solo objetivo: ganar la corona 2025-2026”.
Preparación en marcha
La primera práctica estuvo marcada por la organización y la intensidad. Junior Fermín explicó la rutina de ejercicios, incluyendo los grupos de bateo y los trabajos físicos que servirán de base en esta etapa inicial.
Con disciplina, entusiasmo y una mezcla de juventud y veteranía, las Águilas Cibaeñas comienzan a forjar su camino hacia una nueva corona. El Estadio Cibao, testigo de tantas gestas, volvió a sentir el eco de un sueño compartido: volver a levantar el trofeo.