Estados Unidos. – El internet cogió fuego este viernes tras una nueva caída de Cloudflare que dejó millones de páginas medio locas otra vez. Redes sociales, motores de IA y servicios de pago devolvieron errores que frustraron a usuarios en todos los continentes.
La compañía explicó que el fallo salió del dashboard y de las API, esas reglas que permiten que todo hable con todo en la web. “El arreglo ya está desplegado,” dijeron temprano, mientras el sistema entraba en “fase de supervisión”.
Investigación a todo vapor
A las 08:56 UTC, Cloudflare confirmó que investigaba fallos en paneles e interfaces clave. Trece minutos después, soltaron que habían aplicado una corrección y que seguían vigilando cómo respondía la plataforma mientras los usuarios cruzaban los dedos.
El apagón coincidió con trabajos de mantenimiento en centros de datos de Estados Unidos. La mezcla de fallos y reparaciones provocó un viernes turbulento para quienes dependen de Cloudflare como escudo, acelerador o distribuidor de contenido.
Desvíos, latencia y un internet jadeando
Detroit empezó una operación entre 09:00 y 13:00 GMT que podía disparar la latencia y desviar tráfico. Chicago también tenía sus horas pesadas, y Cloudflare recordó que algunas interfaces se desconectarían por momentos, obligando a clientes a manejar conmutaciones automáticas.
La combinación de reparaciones y fallos generó errores aleatorios en webs, apps y plataformas de todo tipo. Usuarios reportaron caídas en medios digitales, tiendas en línea, servicios corporativos y páginas que rara vez fallan.
Cloudflare mantuvo abiertos sus canales de notificación para que cada cliente recibiera el estatus en tiempo real, algo que alivió la incertidumbre pero no evitó el tapón digital del día.
Cloudflare mete al internet en un corre corre
No es primera vez que Cloudflare mete al internet en un corre corre. El pasado 18 de noviembre, una caída global dejó a millones fuera de plataformas, paneles y webs por un error interno, causado por un archivo de configuración que creció más de la cuenta.
En aquella ocasión, la empresa aclaró que no hubo ataques ni actividad maliciosa. Simplemente, el sistema se atragantó y provocó un festival de “errores 500”. Luego prometieron estabilidad, pero el episodio de hoy demuestra que el camino sigue empinado.
