El boom de los nuevos medicamentos contra la obesidad es incontestable, brutal e insólito. En particular, Ozempic y otros agonistas de GLP-1 no tienen precedentes reales y están quebrando las reglas del juego en la industria farmacéutica.
Desde el año pasado, aprovechando una pequeña cláusula legal, cientos de farmacias en EE.UU. han comenzado a fabricar y comercializar Ozempic y otros medicamentos similares sin pagar a los dueños de las patentes. Este movimiento ha sido impulsado por la creciente demanda que superó ampliamente la oferta, a pesar de que las grandes farmacéuticas llevan años desarrollando estos medicamentos.
El «año Ozempic» se refiere a 2023, cuando estos fármacos se convirtieron en un fenómeno de masas. La demanda fue tan grande e imprevista que generó una «falta de disponibilidad» que causó un enorme cuello de botella en el mercado. Esta situación, aunque problemática para los consumidores, abrió una oportunidad de negocio para las farmacias que decidieron producir el medicamento de manera independiente.
Esta «falta de disponibilidad» generó un enorme cuello de botella y una oportunidad de negocio. Al producir Ozempic internamente, estas farmacias pueden satisfacer la alta demanda sin depender exclusivamente de las grandes compañías farmacéuticas, aumentando sus ingresos y diversificando sus ofertas.
El auge de Ozempic y otros agonistas de GLP-1 está cambiando el panorama de la industria farmacéutica en EE.UU., ya que las farmacias locales buscan capitalizar la alta demanda de medicamentos contra la obesidad. Esta tendencia podría llevar a una reconfiguración del mercado, beneficiando a los consumidores con mayor disponibilidad y potencialmente menores precios.
Fuente: Xataka
