InicioSaludFallece James Harrison, el hombre cuya sangre salvó millones de vidas

Fallece James Harrison, el hombre cuya sangre salvó millones de vidas

James Harrison, conocido como el «brazo de oro», falleció a los 88 años en su hogar en Nueva Gales del Sur, Australia. Conocido por ser una figura clave en la donación de sangre, Harrison ostenta el récord mundial con más de 1.000 donaciones a lo largo de su vida, salvando millones de vidas, especialmente la de bebés en riesgo.

El impacto de Harrison no se debió solo a la cantidad de sangre donada, sino a una particularidad única en su sangre: una alta concentración de un anticuerpo vital. Este anticuerpo es utilizado para prevenir la enfermedad hemolítica del recién nacido, una afección peligrosa que ocurre cuando una madre Rh negativa está embarazada de un bebé Rh positivo, lo que puede generar una reacción inmunitaria fatal.

El descubrimiento y su contribución
La enfermedad hemolítica del recién nacido fue una de las principales causas de muerte infantil hasta los años 60. Fue entonces cuando se descubrió un anticuerpo que podía evitar que el sistema inmunológico de la madre atacara al bebé. Harrison, al empezar a donar sangre en 1954, fue identificado como el portador de las concentraciones más altas de este anticuerpo en su plasma. Esto permitió que su sangre fuera utilizada para desarrollar un medicamento preventivo que ha salvado millones de vidas.

A pesar de su miedo a las agujas, Harrison no dudó en donar plasma cada 15 días durante años. A los 81 años, Harrison realizó su última donación, alcanzando un total de 1.173 donaciones. Gracias a este esfuerzo, se produjeron suficientes anticuerpos para salvar la vida de al menos 2.4 millones de bebés.

El legado de una vida dedicada a la donación
Aunque Harrison no recibió ninguna recompensa económica por sus donaciones, su legado de altruismo ha sido reconocido mundialmente. A lo largo de su vida, su mujer también fue una donante habitual hasta su fallecimiento. Juntos, dejaron una huella imborrable en la medicina y en las vidas de miles de familias.

James Harrison expresó siempre su deseo de que alguien superara su récord de donaciones. Aunque aún no ha sido superado, su historia sigue siendo un faro de inspiración para futuras generaciones de donantes, demostrando cómo un solo individuo puede hacer una diferencia trascendental en el mundo.

El mundo lamenta su muerte, pero celebra el impacto que tuvo en la vida de millones. James Harrison será recordado como un héroe, no solo por su generosidad, sino por el legado de vida que dejó tras de sí.