La menopausia, el momento en el que se interrumpe la ovulación y las mujeres dejan de tener la menstruación, es un fenómeno biológico con fuertes connotaciones culturales negativas en nuestra sociedad, principalmente por factores históricos y sociales, en un marco dominado por el machismo y la discriminación por edad y género.
Clara Selva Olid, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) e investigadora del grupo Behavioural Design Lab (BDLab), está convencida de que el establecimiento de medidas en los ámbitos político, social y organizacional puede reducir la discriminación y el estigma que rodean este periodo de la vida de las mujeres.
Recopila estas medidas en el estudio El tabú de la menopausia: una discriminación invisibilizada (disponible solo en catalán), que ha ganado la Beca de Estudios Feministas Nativitat Yarza de la Fundación Josep Irla.
«Aunque en los últimos años han surgido iniciativas encaminadas a romper el silencio, el estigma de la vejez, la presión estética, la falta de representación en los medios de comunicación o la desigualdad de género son factores que todavía contribuyen a la discriminación de las mujeres que pasan por este momento vital», explica Selva, experta en los ámbitos de la psicología del trabajo y las organizaciones.
La discriminación tiene muchas caras, desde la desinformación y la falta de apoyo emocional hasta las dificultades vividas en el entorno laboral (uno de los principales focos de exclusión) o la atención inadecuada de su salud, entre otras. Y si a esto se le añaden los síntomas físicos y psicológicos que sufren un 80 % de las mujeres (sofocos, cambios en el estado de ánimo, problemas de memoria, alteraciones en la vida sexual, aumento de peso, pérdida de masa ósea, etc.), todo ello provoca que las mujeres puedan vivir el climaterio «como una experiencia vergonzosa, silenciada y, a menudo, ocultada», explica la investigadora. Con este proyecto, Selva quiere contribuir, entre otras cosas, a «desafiar la cultura del silencio en torno a la menopausia».
La visión de las mujeres y de representantes de empresas
El estudio de Selva propone una serie de medidas para implementar cambios en el entorno laboral y social, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de las mujeres y eliminar la invisibilización de este periodo vital. Para obtener estas conclusiones, la investigadora ha realizado una investigación cualitativa plasmada en quince entrevistas a mujeres activas laboralmente que han tenido la menopausia en los últimos cinco años. Estas conversaciones le han permitido recopilar las vivencias de estas mujeres y escuchar sus propuestas. En una segunda fase, Selva ha hecho entrevistas a seis profesionales de empresas que ocupan cargos directivos de gerencia y recursos humanos, tanto mujeres como hombres.
Preservar la salud laboral de las mujeres
Para Selva, es fundamental que «los entornos laborales ofrezcan apoyo a las mujeres con políticas que promuevan la inclusión, sin discriminar por género y edad». «Además, es necesario impulsar la igualdad de género dentro de las compañías y evitar que este colectivo abandone prematuramente el mercado laboral», añade. Otras iniciativas propuestas por la investigadora van en la línea de hacer que el trabajo sea más flexible y compatible con los retos de esta etapa, con medidas como adaptar las cargas laborales, autorizar el teletrabajo y la flexibilidad horaria, adecuar los espacios de trabajo (incluir zonas de descanso, revisar la ventilación, habilitar puntos de acceso a agua fría, etc.), además de informar y sensibilizar al conjunto de la organización sobre esta cuestión. Sin embargo, Selva también señala que hacen falta cambios legislativos para implementar estas medidas, cuyo objetivo es «preservar la salud laboral de las mujeres».
Incluir el climaterio en la agenda política
De la misma forma, «para proteger los derechos de todas las ciudadanas es imprescindible que el climaterio entre en la agenda política, puesto que hoy por hoy no es así», asegura Selva. El estudio destaca la necesidad de impulsar acciones educativas, de visibilización y de concienciación social, como el lanzamiento de campañas en la opinión pública, la inclusión de la menopausia en el currículo escolar, el incremento de la formación específica y con perspectiva de género para los profesionales de la salud o el hecho de potenciar espacios de apoyo para compartir experiencias (por ejemplo, en los centros de atención primaria).
Nuevas oportunidades
Clara Selva ofrece una serie de consejos para afrontar esta etapa de forma positiva: es vital estar informadas para evitar los miedos y las inseguridades; el hecho de hablar abiertamente y hacer tribu con otras mujeres que pasen por el mismo momento mejora el estado emocional; aceptar esta etapa de la vida ayuda a adaptarse e, incluso, «puede convertirse en una oportunidad para reconstruir una nueva identidad y para explorar nuevos intereses que den un sentido renovado a la vida».
Enlace al estudio: El tabú de la menopausa: una discriminació invisibilitzada (disponible en catalán)
Esta investigación de la UOC favorece los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) 3, salud y bienestar; 5, igualdad de género; 8, trabajo decente y crecimiento económico, y 10, reducción de las desigualdades.