Si estás en un bar y buscas una alternativa saludable al alcohol o los refrescos azucarados, el agua con gas podría ser tu mejor elección. Además de ser refrescante y libre de calorías, esta bebida tiene beneficios que van más allá de la simple saciedad. Un reciente estudio del Hospital de Neurocirugía Tesseikai en Japón revela que podría incluso ayudar en la pérdida de peso, posicionándose como una opción interesante para quienes cuidan su alimentación.
¿Cómo funciona?
El agua con gas contiene dióxido de carbono que, al ser absorbido por el organismo, se convierte en bicarbonato dentro de los glóbulos rojos. Este compuesto activa enzimas que aceleran la descomposición de la glucosa, favoreciendo el metabolismo y ayudando, potencialmente, en la pérdida de peso.
No todo son ventajas
Aunque los efectos positivos existen, los expertos aclaran que la pérdida de peso derivada del consumo de agua con gas es mínima y debe complementarse con una dieta equilibrada y ejercicio. Además, para quienes padecen problemas digestivos como gases, colon irritable o reflujo, su consumo puede resultar contraproducente.
Conclusión: Si estás en un bar y no sabes qué pedir para cuidar tu salud, el agua con gas es una alternativa práctica y saludable. Sin embargo, no es una solución milagrosa y debe ser parte de un estilo de vida integral.
