¿Cómo afecta la inseguridad socioeconómica la salud de los niños? La Fundación Gasol ha hecho un análisis que mide las consecuencias de las desigualdades sociales a través de indicadores de vulnerabilidad socioeconómica como el nivel de estudios, el estatus laboral de los tutores y el entorno donde crece la población infantil.
Salud de los niños
Esta fundación nació en 2013 de la mano de los hermanos Pau y Marc Gasol -jugadores de la NBA y All Stars- con el objetivo de reducir las cifras de obesidad infantil tanto en España como en EE.UU. Con este propósito, la entidad centra su actividad en la puesta e marcha de programas e iniciativas de promoción de hábitos saludables.
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El informe se basa en los resultados del estudio PASOS 2022-2023, que parten de una muestra es de 2.201 niños y niñas de entre 8 y 16 años de toda España y analiza en profundidad la influencia de la vulnerabilidad socioeconómica en estas familias.
El informe
“Con este nuevo informe derivado del estudio PASOS, la evidencia científica continúa indicando que los factores socioeconómicos son una pieza fundamental para entender qué determina las oportunidades de crecer de forma saludable”, explica el doctor Santi F. Gómez, director global de Investigación y Programas de la Gasol Foundation.
Algunas de las conclusiones de este informe -presentado la semana pasada- indican que los niños que viven en una situación de inferioridad socioeconómica, dedican 16 días más al año frente a las pantallas y 6 días menos de actividad física moderada o vigorosa. Estos resultados se basan en el estudio PASOS de la misma fundación, cuya finalidad es prevenir la obesidad infantil.
Variables que afectan a la salud de los niños
Las variables obtenidas del estudio contemplan el enfoque holístico de la Fundación Gasol sobre los factores clave asociados la pandemia de la obesidad y el estado de salud de la población infantil.
A través de tres variables socioeconómicas (nivel de estudios de los padres y madres o tutores y tutoras, estatus laboral y renta media por persona), el informe ha ido analizando las variables de estilo y calidad de vida, que incluyen la actividad física, calidad de dieta, uso de pantallas, horas de sueño y bienestar psicológico, además del estado de salud percibido.
Actividad física
El nivel de estudios de las madres y padres o tutoras y tutores legales es la variable para la que se observan mayores diferencias en los minutos dedicados a la actividad física en la infancia con una media de 11,5 al día entre los tutores que han tenido estudios universitarios y los que no.
El informe indica que la desigualdad en salud se incrementa cuando se combinan las 3 variables de nivel socioeconómico: nivel de estudios, estatus laboral y renta media por persona/año, que llega a constituir una diferencia de 23 minutos al día.
“Es imprescindible y urgente tomar medidas estructurales y desplegar intervenciones comunitarias de promoción de hábitos de vida saludable que sean sensibles a las desigualdades económicas”, observa el doctor Santi F. Gómez.
Uso de pantallas
La variable de nivel socioeconómico que más afecta el tiempo de uso de pantallas, al igual que con la actividad física, es el nivel de estudios de los tutores. En este caso, los niños han alcanzado 50 minutos más al día.
En cuanto al resultado que combina las tres variables de vulnerabilidad socioeconómica (estudios, estatus laboral y renta), la población infantil y adolescente se ve expuesta a 16 días completos en un año en comparación a los niños que no sufren este tipo de vulnerabilidad.
Alimentación
En este caso, la variable más determinante es el nivel de estudios de los tutores, que afecta en 0,84 puntos menos (en una escala de 16 puntos) en cuanto al nivel de adherencia a la dieta mediterránea.
Respecto a las variables combinadas, los resultados indican que el porcentaje de población infantil y adolescente que presenta un nivel bajo de adherencia a la dieta mediterránea es un 11,5 % mayor entre la población más expuesta a las desigualdades socioeconómicas.
Sueño
El porcentaje de población infantil y adolescente que cumple con las recomendaciones de horas de sueño entre semana es casi un 10 % menor entre los menores cuyos tutores no tienen estudios universitarios.
Al combinar las tres variables de nivel socioeconómico se observa que más de un 63 % de la población infantil y adolescente más favorecida cumple con las recomendaciones de sueño mientras que dicho porcentaje es un 14,7 % menor para la población más vulnerable.
Malestar psicológico
Por último, más del 30 % de la población infantil y adolescente declara sentirse preocupada o triste teniendo en cuenta las tres variables aunque de las tres, incide especialmente el nivel de renta pues dicho porcentaje es un 2,4 % mayor en la población expuesta a un menor nivel socioeconómico.
Conclusiones
En base a los resultados obtenidos, la Fundación Gasol ha recogido una serie de peticiones como impulsar las 200 medidas del Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil. Dicho plan ha sido concebido con una mirada sensible a las desigualdades socioeconómicas existentes en la epidemia de la obesidad infantil en España.
También propone fomentar las iniciativas de promoción de hábitos de vida saludables así como aquellas que contribuyan a reducir las desigualdades sociales en salud. El informe también invita a transformar los entornos locales, impulsar la Estrategia Nacional de Fomento del Deporte contra el Sedentarismo y la Inactividad Física, proteger a la infancia de estímulos publicitarios y comerciales que incitan la ingesta de productos no saludables, alertar acerca del sobreuso de pantallas e invertir en promover el Plan de acción en salud mental 2022-2024. EFE
“La evidencia científica ha demostrado desde hace años que la obesidad infantil es un problema sistemático, influido por una cascada de factores sociales”, expuso Mónica García, ministra de Sanidad en la presentación del informe.
“Esta visión nos obliga a abordar la obesidad infantil no solo desde la perspectiva “sanitaria”, sino de la salud integral de la población infantil, considerando aspectos económicos, educativos y comunitarios que afectan a los niños y sus familias”, añadió la ministra.