El oeste de Texas enfrenta un brote histórico de sarampión que ya suma 198 casos confirmados, según informaron las autoridades sanitarias estatales este viernes. Mientras tanto, en el vecino Nuevo México, los contagios se triplicaron en un solo día, alcanzando 30 infecciones.
El condado de Gaines, en Texas, se ha convertido en el epicentro del brote, con la mayoría de los casos concentrados en una comunidad menonita con bajas tasas de vacunación. En esa zona, solo el 82% de los niños en edad escolar están vacunados, muy por debajo del 95% recomendado para evitar la propagación del virus.
Un brote sin precedentes
Las autoridades de salud de Nuevo México han advertido que los casos seguirán aumentando y que muchos de los detectados recientemente se identificaron después de que los pacientes se recuperaran. Aunque aún no se ha demostrado un vínculo oficial con el brote en Texas, los funcionarios de salud sospechan que existe una conexión.
El jueves, un adulto no vacunado falleció en Nuevo México y, aunque la causa oficial de muerte no ha sido confirmada, las pruebas indicaron que estaba infectado con sarampión.
Texas y Nuevo México, el foco del problema
Si bien los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han reportado casos aislados en otros 10 estados, como California, Florida y Nueva York, el brote en Texas y Nuevo México representa la mayor parte de los contagios en el país.
Ante la gravedad de la situación, los CDC enviarán un equipo de emergencia a Texas para ayudar a contener la propagación del virus.
El sarampión y el debate sobre las vacunas
El sarampión es un virus altamente contagioso que puede permanecer en el aire hasta dos horas y afectar al 90% de las personas no vacunadas que se expongan a él. En el año 2000, Estados Unidos había declarado eliminada la enfermedad gracias a la vacunación, pero en los últimos años, el aumento de exenciones religiosas y personales ha reducido las tasas de inmunización, facilitando nuevos brotes.
El secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., conocido por su postura antivacunas, ha minimizado la gravedad del brote y promovido tratamientos no comprobados en lugar de fomentar la inmunización.
Las autoridades sanitarias recuerdan que la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola (MMR) es segura y altamente efectiva. Se recomienda aplicar la primera dosis a los 12-15 meses de edad y un refuerzo entre los 4 y 6 años.
Primer fallecido en EE. UU. en una década
La semana pasada, un niño en edad escolar falleció en Texas a causa del sarampión, convirtiéndose en la primera víctima mortal del virus en más de 10 años en el país. Hasta ahora, 23 personas han sido hospitalizadas por complicaciones graves.
Las autoridades sanitarias instan a la población a vacunarse y tomar precauciones, ya que el virus sigue en expansión y podría afectar a más estados en las próximas semanas.
(The New york Times)
