José Francisco Peña Gómez una figura emblemática en la historia política de la República Dominicana, conocido por su incansable lucha por la democracia, la justicia social y los derechos humanos. A lo largo de su vida, Peña Gómez se destacó como un líder carismático y visionario, siempre dispuesto a defender a los más vulnerables y a transformar el sistema político del país. Su oratoria, su firmeza en la defensa de la soberanía nacional y su capacidad para unir a diferentes sectores fueron claves en momentos decisivos para la nación.
A pesar de su origen humilde y haber quedado huérfano a una edad temprana, Peña Gómez no solo se destacó como político, sino también como un hombre profundamente comprometido con su formación intelectual. Graduado en Derecho por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), su sed insaciable de conocimiento lo impulsó a continuar sus estudios en prestigiosas instituciones internacionales, como la Universidad de Harvard y la Universidad de París. Esta formación académica le brindó una perspectiva global y progresista que moldeó su visión política, consolidándose como uno de los grandes artífices de la democracia moderna en la República Dominicana.
Un intelectual con los pantalones bien puestos
Su ingreso al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) en 1961 marcó el inicio de su carrera política. Desde el principio, Peña Gómez se destacó por su compromiso con la democracia y la justicia social. En 1965, durante la Guerra de Abril, jugó un papel fundamental como vocero del movimiento constitucionalista, abogando por el regreso al poder de Juan Bosch. Fue a través de sus palabras en la radio que el país entero entendió la importancia de defender la soberanía y la democracia ante la intervención extranjera.
Durante su presidencia del PRD (1986-1998), Peña Gómez guió al partido hacia victorias electorales históricas en 1978 y 1982, consolidando la democracia en la República Dominicana tras años de dictadura. Su lucha en las urnas no fue fácil, ya que sufrió campañas de descrédito debido a su ascendencia haitiana, una situación que no hizo más que fortalecer su determinación para transformar el país.
Un visionario que transformó la política dominicana
Wilfredo Lozano, sociólogo y destacado pensador, considera a Peña Gómez como el arquitecto de la democracia moderna en el país. Según Lozano, el líder del PRD no solo derrotó a Joaquín Balaguer en 1978 y 1982, sino que trazó una visión democrática que trascendió fronteras. Peña Gómez fue el líder socialdemócrata que impulsó la alternancia en el poder como una vía pacífica para romper con los 12 años de balaguerismo.
De acuerdo con Lozano, Peña Gómez fue el primero en insertar la política dominicana en el contexto internacional, promoviendo una democracia de consensos y alianzas, más allá de las contiendas electorales. «Es José Francisco el autor del Estado moderno en este país», afirmó Lozano, quien destaca la capacidad de Peña Gómez de conectar con las masas a través de sus discursos, pensados para transformar la realidad política de su tiempo.
“Yo los perdono”
“Yo los perdono”. Estas fueron las últimas palabras de José Francisco Peña Gómez, dirigidas a un pueblo que, durante su vida política, lo juzgó y lo atacó por su origen y su lucha. Con este mensaje, Peña Gómez hizo un acto de perdón y reconciliación, demostrando una madurez y generosidad que lo distinguen como un líder excepcional. A pesar de las dificultades y los desafíos que enfrentó, tanto en su vida personal como en su carrera política, estas palabras simbolizan su profunda convicción de que solo a través de la unidad y el entendimiento se puede superar el pasado.
El 10 de mayo de 1998, Peña Gómez falleció a los 61 años, dejando un vacío irreparable en la política dominicana. Durante sus últimos días, mientras luchaba contra el cáncer, se mantuvo firme en su compromiso con el pueblo, sin dejar de ser un ejemplo de resiliencia y dedicación.