Madrid.- El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, pretende afrontar sin prisas los contactos con otras fuerzas políticas con el fin de recabar apoyos para intentar su investidura y no se los plantea hasta la segunda quincena de agosto, después de que se constituyan el Congreso y el Senado.
La formación de las nuevas Cortes es el primer hito de la legislatura y fuentes del Ejecutivo subrayan que hay que darse tiempo, ir paso a paso y esperar primero a que se constituya el nuevo Parlamento dando protagonismo a los diversos grupos que lo van a conformar.
Por eso emplazan hasta entonces y evitan elucubrar sobre cómo podría ser una negociación con Junts, la formación de Carles Puigdemont cuya abstención sería imprescindible para que Sánchez pudiera ser investido.
De ahí que de momento se limiten a hacer hincapié en que el jefe del Ejecutivo no permitirá que se sobrepase el marco constitucional ante la condición de Junts de que, para contar con sus votos, haya amnistía y un referéndum de autodeterminación en Cataluña.
Sumar anunció el lunes que ha encargado al exportavoz de los comunes en el Congreso, Jaume Asens, que lidere las negociaciones con Junts aprovechando su buena relación con Puigdemont, pero en Moncloa niegan que pueda hablar también en nombre de Sánchez.
Sí reconocen, no obstante, la determinación de que haya esa investidura y aseguran que próximamente hablarán con todos los grupos que puedan hacerla posible.