Chicago. – El emblemático ex pelotero dominicano Sammy Sosa fue honrado oficialmente con su inductión al Salón de la Fama de los Chicago Cubs durante una ceremonia el pasado domingo en el histórico Wrigley Field, donde compartió el momento junto a Derrek Lee.
La sorpresa y celebración estuvieron cargadas de emoción: ambos recibieron las respectivas chaquetas azules del Salón de la Fama antes de un juego, lanzaron lanzamientos honoríficos e incluso lideraron el tradicional “7th inning stretch” frente a una multitud entregada.
Este retorno de Sosa a Chicago marca el cierre de una larga distancia emocional: tras una década alejado del equipo por controversias vinculadas al dopaje, su disculpa pública en diciembre pasado allanó el camino para este momento de reconciliación.
Legado indiscutible en cifras
Durante sus 13 temporadas con los Cubs (1992–2004), Sosa conectó 545 jonrones, fue 7 veces All-Star, ganó 6 Silver Slugger, fue MVP de la Liga Nacional en 1998 y dejó una huella imborrable en la historia del equipo.
Lo más destacado del regreso de “Slammin’ Sammy”:
• Chicago lo recibió de pie: su juego y carisma conquistaron al público, y ahora el cariño es recíproco.
• Ceremonia cargada de nostalgia: su llegada al Salón de la Fama coincide con momentos cargados de emoción, junto a Derrek Lee, y en presencia del público fiel al equipo.
• Un gesto que selló el reencuentro: Sosa agradeció el amor del público y declaró estar feliz por la oportunidad de jugar duro y ganarse ese cariño.
Este gesto del equipo pone punto final a una controversia que se mantuvo durante años, reconociendo el legado deportivo de uno de los bateadores más icónicos que vistió la franela de los Cubs.
