YAMASÁ, MONTE PLATA.– Residentes de unas 10 comunidades de Yamasá protestaron en demanda de la construcción de la carretera que une al sector El Ciruelillo con el Distrito Municipal Mamá Tingó, del liceo y otras obras.
La protesta estuvo encabezada por el sacerdote Mario Campusano quien se quejó de la indiferencia de las autoridades municipales, provinciales y nacionales ante los insistentes reclamos que a lo largo de los años han venido realizando.
Dijo que las obras que están reclamando son la construcción de la carretera, el liceo, una policlínica y un centro comunal para beneficio de esas comunidades, entre las que figuran Cañada Honda, Jagua Abajo, Jagua al Medio y Jagua Mocha.
A entender del sacerdote es una vergüenza que a estas alturas los enfermos y muertos tienen que ser transportados en litera para bajarlo a El Ciruelillo, que es un sector de Yamasá.
En ese lugar hay un badén que comunica a los que residen en las 10 comunidades con el pueblo de Yamasá, ya que el mismo fue construido provisionalmente hasta que fuera levantado un puente, lo que nunca ha sucedido. Cuando llueve el río crece y las poblaciones quedan incomunicadas.
Durante la protesta también hablaron Alfonso Núñez, Agapito de los Santos y Tomás Mendoza, entre otros, quienes se quejaron de los síndicos Nene Bisonó, de Yamasá, y Nelson Acevedo (Pilancón), del Distrito Municipal Mamá Tingó.
Explicaron que ambos alcaldes durante la campaña electoral se comprometieron a resolver los problemas de esa vía, porque son pérdidas millonarias las que tienen todos los años por la imposibilidad de sacar la producción de cacao, víveres y frutas. Sólo Jagua Mocha tuvo una cosecha de 14 mil toneladas de cacao el año pasado, precisaron.
Sin embargo, explicaron que el alcalde Bisonó sólo se ha preocupado por nivelar la parte de la carretera hasta la entrada de su finca, ubicada en la comunidad Jagua Abajo.
Incluyeron en sus quejas a la Gobernadora de Monte Plata, Rafaela Javier Gomera, porque en varias ocasiones se ha comprometido a buscar una solución; y el senador Lenín Valdéz, que ni siquiera se da por enterado de las calamidades que sufren las personas que viven en esas comunidades, ya que después de las elecciones no ha vuelto a esos lugares.
Cuando llueve ni en motores se pueden movilizar por el peligro que ello representa, sobre todo para los niños que tienen que transportarse pasando por el río Yamasá que no tiene puente, sino un badén.
Advirtieron que las clases continuarán paralizadas hasta que las autoridades comiencen los trabajos, porque tanto alumnos como profesores no soportan más esa traumática travesía que tienen que hacer diariamente poniendo en peligro sus vidas.