InicioNacionalesRepública Dominicana no puede más: la crisis haitiana nos está desbordando

República Dominicana no puede más: la crisis haitiana nos está desbordando

La realidad sin filtro

Desde hace décadas, República Dominicana ha estado cargando sola con el peso migratorio que deja la crisis profunda en Haití. Lo que antes parecía un reto manejable, hoy se ha convertido en una emergencia constante que afecta nuestra salud pública, nuestras escuelas, nuestras calles… y sí, también nuestra seguridad nacional.

El presidente Luis Abinader lo dijo sin rodeos:
“El país ya no puede seguir cargando con la crisis haitiana.”

Y no es discurso. Es una realidad que se vive todos los días en hospitales, aulas, campos agrícolas y zonas fronterizas. Una que duele, tensiona y agota.

Haití: un Estado colapsado al otro lado

No hay presidente.
No hay elecciones.
No hay justicia ni control.

Las bandas armadas dominan gran parte del país, y cada vez más haitianos huyen. ¿Su primer destino? Nosotros. Porque somos el país más cercano y estable. Y aunque hemos aguantado bastante, el muro ya está cediendo.

Los datos que lo confirman

Salud:
• En 2024, el 35.7% de los partos en hospitales públicos dominicanos fueron de mujeres haitianas. Eso es más de 29,000 partos cubiertos por nuestro sistema.
(Fuente: Listín Diario)

Educación:
• En provincias fronterizas, la matrícula de estudiantes haitianos creció un 52.3% entre 2018 y 2023. Mientras tanto, la de estudiantes dominicanos bajó un 11.3%.
(Fuente: Diario Libre)

Estos no son simples porcentajes. Son presión diaria sobre presupuestos, médicos, maestros y trabajadores.

Las 15 medidas del Gobierno: poner orden, sin bulto

Frente a esta realidad, el Gobierno puso en marcha un paquete de 15 medidas para recuperar el control. No son improvisadas: son respuestas concretas ante un sistema al límite.

Entre las principales:
• Refuerzo militar: tres brigadas en la frontera, más de 10,000 soldados activos.
• Ampliación del muro fronterizo: 13 km nuevos en licitación.
• Reforma de leyes para castigar el tráfico de migrantes.
• Sanciones a empleadores y dueños de viviendas que apoyen migración irregular.
• Control en hospitales, mercados y puertos.
• Nuevas oficinas migratorias en provincias.
• Pacto con sectores productivos para contratar más dominicanos.
• Fondo de RD$2,800 millones para mecanizar el campo y reducir la dependencia de mano de obra extranjera.

¿La idea? Proteger la soberanía sin caer en discursos de odio. Y dejar claro que ya no hay espacio para la improvisación.

¿Y la comunidad internacional? Bien, gracias.

Mientras aquí se toman decisiones difíciles, los organismos internacionales miran hacia otro lado.
Ni apoyo técnico. Ni fondos. Ni planes sostenibles.
Y lo peor: ni una señal de urgencia frente a una crisis que no es solo de Haití ni de RD, sino de toda la región.

Esto no es xenofobia. Es responsabilidad

RD no está actuando contra Haití. Está actuando a favor de su gente.
No se trata de rechazar, sino de proteger lo que hemos construido.
Porque ser solidario no significa autodestruirse.
Cuidar nuestra casa no es egoísmo. Es sentido común.
Las 15 medidas que anunció el Gobierno no son solo un mensaje al país, sino también al mundo:
RD no puede más. Y si nadie más actúa, lo haremos nosotros.