Netflix alcanzó los 238,4 millones de suscriptores durante el segundo trimestre de 2023, un 8 % más que en el mismo período del año pasado, gracias a las políticas de control de cuentas compartidas por parte de sus usuarios.
Se trata del mayor número de abonados en la historia de la compañía, que logró un beneficio neto de 1.488 millones de dólares (1.328 millones de euros). Además, también consiguió unos ingresos de 8.187 millones de dólares, lo que supone un aumento del 2,7 % con respecto al segundo trimestre de 2022.
Estos resultados eran particularmente esperados ante la crisis generada en Hollywood con la primera huelga simultánea del Sindicato de Actores de EE.UU. (SAG-AFTRA, en inglés) y del gremio de guionistas en 63 años, que mantiene paralizada la industria global del entretenimiento.
Tras la publicación de los mismos, Netflix remitió una carta a sus inversores en la que destacaba que actualmente el 80 % de su base de ingresos procede de un “exitoso modelo de pago” para los casos de cuentas compartidas, que ya está presente en “casi todos los países” donde prestan servicio.
Y es que, después de permitir el uso de cuentas conjuntas y no monetizarlas durante años, la empresa con sede en Los Gatos (California, EE.UU.) decidió empezar a ponerle freno con alternativas que han aliviado sus cuentas.
Erradicar el intercambio ilícito de estas contraseñas compartidas ha sido una de sus prioridades y en mayo empezó a notificar a clientes de países como Estados Unidos que los usuarios que vivieran fuera del hogar familiar debían adherirse como ‘miembros adicionales’ -abonando un sobrecosto- o pagar su propia suscripción.
En este contexto, la plataforma de “streaming”, que sumó 5,9 millones de nuevas cuentas con respecto a los primeros tres meses de este año, prevé un “gran crecimiento” del 7,5 % en su partida de ingresos para el próximo trimestre.