El niño fallecido fue descrito por sus familiares como colaborador en casa y buen estudiante. Estaba cursando el quinto grado de primaria.
En medio de la tristeza, los familiares de las víctimas expresaron que están conscientes de que se trató de un accidente.
«Sabemos que nadie quiere chocar a nadie y mucho menos a dos niños», expresó Andrés Carela Gómez.
La yipeta, un Honda CRV, era conducida por Brígida Mirabal, quien se entregó a las autoridades de la Dirección General de Seguridad y Tránsito Terrestre (Digesett).
La conductora alega que no pudo controlar el vehículo, que se quedó acelerado. Después de impactar a los menores de edad, hiriendo mortalmente a uno de ellos, el vehículo chocó contra la parte frontal de una casa, causando daños en su estructura.
El incidente ha causado consternación entre los vecinos del barrio, quienes aseguran que se trató de un accidente.
Diario Libre
