La República Dominicana despidió este viernes a María Cristina Camilo Rodríguez, conocida cariñosamente como Maíta, quien falleció a los 107 años tras complicaciones de salud. Su partida cierra una página fundamental de la historia de la radio y la televisión locales: no sólo fue una voz inconfundible, sino una de las primeras mujeres en abrir espacios públicos para la comunicación en el país.
De San Francisco de Macorís al micrófono nacional
Nacida el 25 de diciembre de 1917 en San Francisco de Macorís, Maíta llegó a Santo Domingo buscando oportunidades y, en 1948, respondió a un llamado que la llevó a convertirse en la primera locutora de la emisora La Voz del Yuna. Ese fue el inicio de una carrera que la colocó como referente del habla cuidada, la interpretación y el servicio público a través de los medios.
La primera mujer en pantalla: un hito histórico
En 1952 participó en la retransmisión televisiva del popular programa Romance Campesino, lo que la situó como la primera mujer en aparecer en la televisión dominicana y entre las primeras en América Latina en dar ese salto a la pantalla. Ese momento simbólico marcó el comienzo de la presencia femenina visible en un medio entonces aún en formación.
Trayectoria amplia: radio, televisión, teatro y cine
A lo largo de siete décadas, Maíta combinó la locución con la actuación en radio, televisión y teatro. Condujo espacios emblemáticos y mantuvo una actividad constante incluso en edad avanzada: en RTVD Canal 4 presentó el programa Abuelos 911, un espacio de orientación para adultos mayores que fue transmitido durante años y que la mantuvo cercana a nuevas audiencias hasta bien avanzada su longevidad. Además participó en producciones cinematográficas contemporáneas, lo que demostró su capacidad de adaptación a distintos lenguajes del espectáculo.
Reconocimientos y huellas en la profesión
La trayectoria de Maíta fue reconocida con múltiples distinciones: la Orden del Mérito de Duarte, Sánchez y Mella, varios Micrófonos de Oro del Círculo de Locutores Dominicanos, y un Soberano Especial por su carrera, entre otros honores. También existen galardones inspirados en su figura —los “Premios Maíta” creados por productoras— que dan testimonio del impacto que tuvo en generaciones de comunicadores y comunicadoras.
Una enseñanza para hoy
El legado de María Cristina Camilo va más allá de anécdotas o premios: su vida es la demostración de cómo la perseverancia, la formación y el respeto por el oficio transforman el espacio público. Abrió camino en un tiempo en que las mujeres encontraron barreras culturales y estructurales para ocupar micrófonos y cámaras; gracias a su ejemplo, muchas siguieron sus pasos con mayor legitimidad y visibilidad. Su estilo —una mezcla de pulcritud verbal, empatía y profesionalismo— sigue siendo escuela para quienes se dedican a comunicar.

