El presidente del Instituto Duartiano, Wilson Gómez Ramírez, respalda las decisiones adoptadas por el Consejo de Seguridad Nacional que dispone que si al jueves, Haití no detiene la construcción del canal cerrará toda la frontera para el comercio terrestre, marítimo y aéreo.
También calificó como acertadas las demás medidas tomadas, en especial la disposición de reactivar la denominada Toma de la Aduana en el río Masacre, donde se origina el canal La Vigía, para garantizar el abastecimiento de agua a los productores fronterizos dominicanos, y apoyó que se impulse la construcción del proyecto de la presa Don Miguel, el cual contribuiría a resolver de manera definitiva el problema del líquido en esa región.
“Estas son decisiones correctas y oportunas ante la grosera violación en que incurre la autoridad haitiana, que ha permitido el reinicio de la construcción de un canal o dique con el objetivo de afectar los flujos o el curso de las aguas del río Masacre, sin tomar en cuenta los acuerdos jurídicos firmados, los factores ecológicos, hidrográficos, geográficos, ni los efectos del curso de agua por un Estado en el territorio de otro, en desconocimiento del Tratado de Paz y Arbitraje entre República Dominicana y Haití de 1929, así como el Acuerdo Fronterizo de 1935 y el Protocolo de Revisión de Frontera de 1936”, explicó.
Recordó que el artículo 10 del referido Tratado de Paz y Arbitraje entre República Dominicana y Haití en 1929, hace una precisión en el sentido de que las partes que suscribieron dicho convenio se comprometen a no hacer ni consentir ninguna obra susceptible de derivar la corriente de los ríos que nacen en el territorio de un Estado y corren por el territorio de otro.
Gómez Ramírez saludó la suspensión de la emisión de visados a ciudadanos haitianos, pues resulta revelador el dato de que, en solo 60 días, tomando como referencia abril-junio de este año, los cónsules dominicanos acreditados en Haití concedieron 27 mil 123 visas a personas del vecino país.
“Miembros del Instituto Duartiano han podido comprobar el trasiego profuso de haitianos que son traídos al país en vehículos de motor que se desplazan por la frontera Sur y Norte, revelando conexiones con determinadas estaciones militares que deben de ejercer control y, no obstante, tras recibir llamadas e instrucciones hacen chequeo superficial y franquean esas unidades”, denunció el presidente del Instituto Duartiano.
Manifestó que el flujo de haitianos ilegales mantiene alarmada a la sociedad dominicana sin que se advierta una respuesta categórica por parte de las autoridades, y tampoco se evidencie este tema en las agendas de los grandes partidos y líderes políticos del país. Puso como ejemplo que la Dirección General de Migración sostiene que, desde el 2017 a junio de 2023, repatrió hacia Haití unos 593 mil de sus nacionales.