El ambiente comercial se notó tímido en las últimas horas previas a la celebración del Día de los Padres en tiendas del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo.
En un recorrido realizado por reporteros de este medio en zonas que tradicionalmente se activan durante festividades, como la popular Avenida Duarte, se pudo observar que las operaciones comerciales se asemejaban a un día normal de fin de semana.
Desde el anochecer, los vendedores informales de esa arteria comenzaron a cerrar sus puestos como de costumbre y el público empezó a escasear.
De manera similar, muchas de las grandes tiendas cerraron temprano por la noche y las que permanecieron abiertas lucían desoladas, con pocos compradores que adquirían pequeños regalos para los padres.
Se observó un ambiente similar en las grandes tiendas de las plazas comerciales de la ciudad, donde la mayor afluencia de público se concentraba en los lugares de comida y entretenimiento.
«Siempre uno espera que las ventas suban en estos días, aunque para los padres nunca se vende tanto, pero este año ha estado muy flojo. Aunque todavía queda mañana y algunas personas compran cosas el mismo día», dijo Franklin Cuevas, un buhonero de la Avenida Duarte.
Por otro lado, algunos compradores consultados mencionaron que, a pesar de haber dejado todo para el último momento, no querían dejar de agradar a sus progenitores con algún detalle.
«Siempre le llevo algo a mi padre porque hay que hacerlos sentir bien también en su día. La situación no está muy buena, pero hay que hacer pequeños sacrificios», dijo María Rodríguez mientras salía de una tienda con una bolsa de regalo en las manos.
Mientras tanto, algunos administradores de tiendas aseguran que las ventas por el Día de los Padres se han mantenido dentro de la normalidad, considerando que esta celebración no genera las mismas expectativas comerciales que otras festividades.
Diario Libre