Durante la reunión anual de accionistas de Berkshire Hathaway, celebrada este sábado en Omaha, Nebraska, Warren Buffett cuestionó duramente las políticas comerciales actuales de Estados Unidos y advirtió sobre los riesgos de utilizar el comercio como una herramienta de confrontación.
“El comercio no debería ser un arma”, afirmó el legendario inversor frente a miles de asistentes en el CHI Health Center. “Podría considerarse incluso un acto de guerra”, agregó, en referencia a las tensiones económicas entre Estados Unidos y otras potencias como China.
Buffett recordó que Estados Unidos ha logrado un crecimiento sin precedentes en los últimos 250 años, y llamó a evitar estrategias que pongan en peligro ese progreso. “Debemos hacer lo que mejor sabemos hacer, y ellos también”, dijo, provocando aplausos del público.
Aranceles e incertidumbre
El magnate explicó que las políticas arancelarias afectan directamente las operaciones de su conglomerado. En su informe trimestral, Berkshire Hathaway advirtió que los aranceles y cambios en las condiciones geopolíticas están generando incertidumbre y podrían tener un impacto negativo en sus resultados financieros.
“Actualmente no podemos predecir de forma confiable la magnitud de las consecuencias económicas de estos cambios”, indica el informe. En el primer trimestre del año, las ganancias operativas de la empresa cayeron un 14 %, mientras que el negocio de seguros bajó casi un 50 % en comparación con el mismo período del año anterior.
El futuro de Berkshire y su pila de efectivo
Buffett también habló sobre el futuro de la empresa y el enorme efectivo acumulado, que ya supera los 347 mil millones de dólares. Aunque aseguró que eventualmente encontrarán dónde invertir, admitió que eso no ocurrirá a corto plazo.
“No creemos que sea impropio quedarse quieto. Nosotros tomamos decisiones estratégicas con mucha cautela”, señaló. Buffett insistió en que no tomar decisiones impulsivas ha sido clave para el éxito de la compañía.
La reunión también contó con la presencia de figuras destacadas como la excandidata presidencial Hillary Clinton y el CEO de Apple, Tim Cook, lo que reafirma la influencia del evento conocido como el “Woodstock para capitalistas”.
(CCN Español)