Por FRANCE 24 – Una semana después de las inundaciones que azotaron Texas durante las celebraciones del 4 de julio, las autoridades informan de al menos 120 muertos y 170 desaparecidos. Mientras crecen las críticas por la respuesta del Gobierno a la tragedia, Donald Trump llegó este viernes por primera vez al área afectada, enfrentando preguntas sobre su postura frente a los recortes en gestión de emergencias.
Se cumple una semana desde las trágicas inundaciones en Texas que han conmocionado a Estados Unidos.
El pasado 4 de julio, en menos de una hora, más de 30 centímetros de lluvia cayeron en el centro del estado en medio de las celebraciones por el Día de la Independencia de la nación.
El saldo de víctimas es de más de 120 muertos, según la más reciente actualización de las autoridades locales, mientras que otras 170 personas permanecen desaparecidas. Solo en el condado de Kerr se han confirmado 96 muertes y el resto de los fallecidos corresponden a otros cinco condados cercanos a San Antonio.
«El enfoque sigue siendo rescate y reunificación»
Entre las víctimas mortales se encuentran al menos 27 niñas y monitores que se encontraban en el campamento Mystic, a orillas del río Guadalupe.

Según Jonathan Lamb, jefe de Policía de Kerrville, epicentro de la tragedia, cinco niñas y un monitor siguen desaparecidos luego de que las aguas del cruce fluvial atravesaran el campamento de verano.
«El enfoque sigue siendo rescate y reunificación», precisó Lamb.
Tras las fatales inundaciones, las autoridades locales han sido cuestionadas por residentes y expertos por no haber ordenado la evacuación de las zonas cercanas al río, así como por el hecho de que los monitores del campamento no estuvieran coordinados a través de dispositivos walkie-talkies.
En diálogo con la agencia de noticias EFE, varios residentes de Kerrville aseguraron que, aunque recibieron alertas de inundación y fuertes lluvias en la madrugada del 4 de julio, no se les pidió evacuar o moverse hacia otra zona.
En ese sentido, los mensajes de alerta sobre la amenaza de inundaciones en los condados de Bandera y Kerr empezaron a llegar desde la 1:00 del sábado por parte del Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en inglés).
El jueves 10 de julio, el Departamento de Gestión de Emergencias de Texas comunicó que hace una década el estado rechazó en dos ocasiones fondos para que el condado de Kerr tuviera un sistema de alerta temprana de inundaciones, en medio de la búsqueda de responsables por la tragedia.
La visita de Donald Trump
El mandatario estadounidense arribó este 11 de julio al lugar de la catástrofe, una semana después de crecientes interrogantes sobre la respuesta del Gobierno a las trágicas inundaciones.
Se trata del desastre más mortífero de los casi seis meses del segundo mandato del republicano.
Al dejar la Casa Blanca para desplazarse a Texas este viernes, Trump aseguró que la situación “es horrible”, ya que “nadie puede creer semejante cosa, tanta agua en tan poco tiempo”.
El magnate de los bienes raíces convertido dos veces en presidente programó encuentros con familiares de las víctimas y los servicios de emergencia en el área del centro-sur del estado, según una fuente de la Casa Blanca. A su vez, se espera que escuche un informe de funcionarios locales y que visite el epicentro del desastre: el condado de Kerr.
Lo ocurrido el pasado puso en relieve una de las controversiales medidas de Trump, quien en repetidas ocasiones ha prometido-incluido el mes pasado- “eliminar gradualmente la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) y reducir la gestión de respuesta a desastres “a nivel estatal”.
El pasado martes 8 de julio, durante una reunión de gabinete, el republicano no mencionó esos planes. En cambio, elogió la respuesta federal de las inundaciones.
Adicionalmente, cuando esta semana se le preguntó a la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, sobre si Trump seguirá trabajando para cerrar la FEMA, la funcionaria no quiso responder.
La legislatura del estado de Texas se reunirá en una sesión especial a finales de este mes para investigar las inundaciones y proporcionar fondos de ayuda en caso de desastre.
Presión demócrata
Como parte de la gran presión para rendir cuentas sobre lo ocurrido, el senador demócrata Chuck Shumer, solicitó el lunes a un organismo de control gubernamental investigar si los recortes al Servicio Meteorológico Nacional (NWS) afectaron la respuesta de la agencia.
El NWS, por su parte, ha defendido sus pronósticos y la gestión de emergencias, argumentando que asignó meteorólogos adicionales a dos oficinas de Texas durante el fin de semana festivo.
En cuanto a la Administración republicana, esta ha señalado que el servicio meteorológico contaba con personal suficiente y que respondió adecuadamente a un “caso fortuito”.
Entretanto, Trump sigue eludiendo en gran medida las preguntas sobre sus planes de reducir la FEMA, la agencia que coordina los esfuerzos de respuesta a desastres del Gobierno estadounidense.
Con Reuters, AP y EFE