Menos de 2 dias después de que el Gobierno de Estados Unidos aprobara el uso por parte de Ucrania de misiles de largo alcance contra territorio de la Federación Rusa, un ataque de Kiev con misiles ATACMS ha golpeado este martes un arsenal del centro logístico militar ruso en la región fronteriza de Briansk. Aunque el Ejército ucraniano no ha especificado los objetivos exactos del bombardeo, el Ministerio de Defensa de Rusia ha confirmado que se trató de misiles de largo alcance.
Detalles del ataque
El Kremlin informó que el ataque se realizó alrededor de las 3:25 (hora local) mediante al menos seis misiles, de los cuales cinco fueron interceptados por los sistemas de defensa antiaérea rusos. Afortunadamente, el ataque no causó daños personales, aunque restos de uno de los misiles impactaron una instalación militar, provocando un incendio que ya ha sido extinguido, según la versión oficial de Moscú.
Por su parte, el Ejército ucraniano aseguró que el objetivo fue atacado exitosamente, aunque las horas y el número de explosiones difieren de la información proporcionada por Rusia. «A partir de las 02:30 horas de esta noche se registraron 12 explosiones y detonaciones secundarias en la zona del objetivo.
Permiso de Estados Unidos y alcance de los ATACMS
Este domingo, varios medios estadounidenses informaron que Washington había permitido a Ucrania utilizar sus misiles ATACMS contra objetivos militares situados dentro de Rusia. La Casa Blanca solo autorizó el uso de estos misiles para atacar objetivos en la región de Kursk, ocupada parcialmente por fuerzas ucranianas y donde Rusia ha desplegado a militares norcoreanos para reforzar sus tropas en un esfuerzo por expulsar a los ucranianos.
El ataque desmintió la creencia de que el alcance de los misiles ATACMS se limitaba únicamente a Kursk, abriendo la posibilidad de que se utilicen contra cualquier región rusa dentro del alcance de los proyectiles. Los ATACMS, misiles tierra-tierra de alta precisión fabricados por la empresa estadounidense Lockheed Martin, pueden ser lanzados desde plataformas de lanzamiento múltiple M270 o desde el sistema móvil HIMARS, con un alcance de aproximadamente 300 kilómetros.
Respuesta de Rusia y nueva Doctrina Nuclear
El Kremlin advirtió que este tipo de ataques inevitablemente aumentará las tensiones y representará un paso más en la «implicación directa» de Estados Unidos, a quien acusó de echar «leña al fuego». Dimitri Peskov, portavoz presidencial ruso, recordó que el presidente Vladímir Putin ya había advertido que la aprobación de esta doctrina nuclear sería una respuesta directa a las acciones de la OTAN, dado que solo los países de la Alianza pueden manejar los ATACMS.
Este martes, en medio de la escalada, Putin aprobó la doctrina nuclear anunciada en septiembre, que permite respuestas con armamento nuclear ante ataques convencionales que amenacen la soberanía de Rusia y Bielorrusia. La doctrina autoriza un ataque nuclear si el ataque convencional enemigo representa «una amenaza crítica para la soberanía y/o integridad territorial» de ambos países, que forman parte de la Unión Estatal Rusia-Bielorrusia. Además, el documento considera «ataque conjunto» la agresión de un país sin armamento nuclear pero respaldado por una potencia nuclear.
Sergei Lavrov, ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, insistió en que Moscú está «convencido» de que el armamento nuclear es «un medio de disuasión y de prevención» y que su país no desea una guerra nuclear. «Nuestra actualización de la doctrina nuclear no introduce nada que Occidente no sepa y no añade nada que difiera de los documentos doctrinales estadounidenses sobre qué hacer en términos de armas nucleares», declaró Lavrov.
Medidas de disuasión y reacciones internacionales
La nueva doctrina también contempla medidas de disuasión nuclear en caso de que un potencial enemigo disponga de sistemas de defensa antimisiles, misiles de crucero de medio y corto alcance, entre otros armamentos que puedan ser utilizados contra Rusia. Además, se prevé la adopción de medidas en respuesta a la incorporación de nuevos miembros en alianzas militares que acerquen peligrosamente la infraestructura militar a las fronteras rusas, así como la planificación de ejercicios militares a gran escala cerca de dichas fronteras.
Analistas internacionales interpretan esta doctrina como una clara advertencia a Estados Unidos y la OTAN, aumentando la incertidumbre en el conflicto y reduciendo el umbral para el uso de armas nucleares por parte de Rusia. Sin embargo, Putin ha reiterado que Rusia no busca una guerra nuclear, sino mantener su capacidad de disuasión como medida defensiva extrema.
Fuente: 20 Minutos